Llegando a fin de año, la situación económica de la Argentina no logra salir a flote, no sólo por una inflación galopante y la nueva suba del dólar, sino porque se ingresó a un contexto donde la recesión no da tregua en casi ninguno de los sectores de la economía real.

En primer lugar, los efectos inflacionarios marcan la caída del mercado interno al tiempo en que las altas tasas resultan un cóctel demoledor para la industria local, sobre todo para los textiles y calzados, en situación terminal según un informe publicado por Ámbito Financiero.

Asimismo, el estudio hace hincapié en el hecho de que la inversión, por ejemplo, cayó un 15% en octubre, las escrituras se desplomaron en la cifra de 41 por ciento (82% con créditos) y la venta de electrodomésticos y celulares cayó en alrededor del 22 por ciento.

Con respecto a las inversiones brutas, el indicador de un informe privado acumula una caída del 2,3% interanual, donde uno de los rubros que más sufrió la contracción económica es de las maquinarias y equipos con una baja del 25 por ciento.

Los datos aportados por el Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres, refieren que la inversión significó el 20,3% del PBI, por lo que se invirtieron 6.780 millones de dólares en octubre: «En equipos la producción nacional cayó 21% y los importados 27,8 por ciento».

Otra de las problemáticas se da en el sector de la construcción, ya que el empleo bajó 1,8 por ciento en septiembre, con relación al mismo mes del año pasado, marcando así la primera tasa de variación interanual negativa tras 20 meses consecutivos de expansión.

Según informó el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción, el trabajo registrado en dicha actividad alcanzó en septiembre los 415.170 puestos, una cifra que representa 1,4 por ciento menos que en agosto de este año.

Dentro de la categoría inmuebles, la baja también fue pronunciada durante octubre en Buenos Aires, dado que se firmaron operaciones por un monto total de 3.699 millones de pesos, una diferencia de 41% en las escrituras y un 82% de desplome en hipotecas.

En cuanto a la venta de celulares, el mercado cerrará un duro año en venta de equipos con una caída del 21%, producto de la devaluación, inflación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo, según consignó un informe de la consultora Carrier y Asociados.

Asimismo, la expectativa de venta para este año es de 8,5 millones de unidades, contra las 10,8 millones que se vendieron en 2017. «Es normal que pase este con un producto que tiene un alto componente de costo en dólares», explicó la agencia en cuestión.

Los autos corrieron la misma suerte, o peor en este caso, ya que la situación no mejora y hay despidos en el sector. Es que los últimos datos de patentamientos muestran una baja del 46%, la caída interanual más fuerte desde la crisis socioeconómica de 2002.

La demanda no reacciona pese a los descuentos de hasta el 30 por ciento que se hicieron en algunos modelos de autos, y por eso algunas concesionarias aceleraron ajustes de personal en áreas administrativas y de ventas para lo que será el 2019.

Otro de los que ingresaron en terreno negativo son los electrodomésticos, con baja interanual de 22%, que luego de crecer por nueve meses consecutivos, el tercer trimestre del año marcó un quiebre y ahora producen a pérdida y con perspectivas poco alentadoras.

Una de las razones de este caída es que los precios del rubro aumentaron alrededor del 38 por ciento, según destacó Ecolatina, mientras que uno de los mercados más afectados fue el de las heladeras, que disminuyeron sus ventas en 60% con respecto al año pasado.

Alcanzando el final del informe sobre la magra situación económica de Argentina, resaltan los textiles, indumentaria, calzado y marroquinería, los sectores más perjudicados por la recesión global y la contracción del mercado interno según la consultora Radar.

El bloque textil disminuyó 24,6% en septiembre, mientras que las importaciones de marroquinería, indumentaria y calzada se desplomaron en 32, 12 y 30 por ciento respectivamente en la comparación interanual.