El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz consideró este miércoles que los acreedores de la Argentina «no tienen vergüenza», al sostener que los pedidos de los fondos de inversión en la negociación por la deuda «exceden» la capacidad de pago del país.

«Algunos de los acreedores demandan dinero que claramente excede lo que es sostenible. Lo voy a decir en términos francos: no tienen vergüenza», enfatizó el economista en una conferencia virtual realizada por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.

Stiglitz -una suerte de padrino profesional del ministro de Economía, Martín Guzmán- analizó el proceso de reestructuración de la deuda y señaló que «algunos pretenden ser buenos ciudadanos corporativos, pero en la práctica no predican lo que ellos dicen».

«La Argentina jugó un papel muy importante con el FMI, desarrollando sustentabilidades y modelos donde podemos evaluar la situación. Lamentablemente una vez más podemos ver la falla del sector privado«, enfatizó.

El economista pidió preguntarse «por qué el sector privado ha estado en una postura tan inhumana a la hora de prestar deuda».

Advirtió que «la reestructuración de la deuda necesita ser sostenible» y que los acreedores «estrangulan a los países de modo irracional».

«Esto no sólo es inhumano, sino que socava la recuperación que puede obtenerse y los acreedores se han opuesto al desarrollo de un buen marco humano y racional para la reestructuración de la deuda«, señaló.

Al criticar las postura de los fondos de inversión dijo que «tienen comportamientos de corto plazo y está siendo reflejado en las negociaciones de deuda con la Argentina, con algunos acreedores que demandan dinero que excede lo sostenible. No tienen vergüenza».

El Nobel de Economía también los acusó de ser «cortos de vista» al sostener que «reconocen las perspectivas de largo plazo y de la deuda, pero a la hora de los papeles, no caminan por ese camino».

Stiglitz participó del evento virtual junto a la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, el secretario general de la Organización para el Comercio y el Desarrollo (OCDE), Ángel Gurría, y el ex presidente del BID Enrique Iglesias.

Bárcena planteó que tras el coronavirus «215 millones de personas caerán en la pobreza» y la región «va a salir de esta crisis más hambrienta, más pobre, con más desempleo».

Por su parte, Gurría remarcó que los impactos que está generando la crisis de coronavirus «en términos de desempleo en las pymes, son brutales, y las autoridades no saben cuánto va a costar, entonces siguen lanzando paquetes de ayuda».

«El peso de la deuda de gobiernos, empresas y hogares hará más difícil la recuperación, que la vemos en forma de U», dijo el secretario general de la OCDE.