La consultora Ecolatina estableció que la inflación anual superaría el 30% en 2019, impulsada por el aumento en los servicios públicos, las renegociaciones paritarias, la incertidumbre electoral y por los movimientos del dólar.

En este sentido, aseguraron que si bien la reanudación del proceso paritario se dará en gran medida en el segundo trimestre «ya se están poniendo en marcha cláusulas gatillo y de recomposición salarial que tendrán un impacto en los primeros meses del año».

Del informe se desprende que, los servicios públicos, marcarán un alza importante en el primer trimestre, en torno a 18,5% impulsados por la ambiciosa meta de equilibrio fiscal primario pautada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que los servicios privados, que registraron una suba de 34% el año pasado, también buscarán una mejora.

Por último, el tipo de cambio mantendría la calma del cierre de 2018, acumulando un alza en torno al 7% en el primer trimestre.

En este contexto, desde la consultora proyectan que la inflación rondaría el 8,5% en el primer trimestre del año, registrando una baja sensible frente al último cuarto de 2018 pero permaneciendo en niveles elevados.

En el segundo trimestre, desde Ecolatina explicaron que «las presiones salariales se acrecentarían, producto del cierre de los principales acuerdos paritarios que buscarán recuperar la caída del salario real ocurrida el año pasado».

Los precios de los servicios públicos continuarían creciendo por encima de la inflación y acumularían un alza mayor al 10% en el período abril-junio, siguiendo a los anuncios realizados al cierre de 2018.

El dólar ingresaría en “etapa electoral”, marcando un avance también mayor al 10% en este trimestre y ajustándose de manera inversa a las chances de reelección del oficialismo.

Por esta razón, para Ecolatina la inflación persistiría elevada en el segundo trimestre, acumulando casi 9% y la suba de precios alcanzaría 18% en la primera mitad de este año.

Recién para el segundo semestre, «proyectamos que la inflación intensificará su proceso descendente». Y agregaron que «si bien la dinámica cambiaria se tornaría más agitada, la divisa no se mantendría sostenidamente por encima del techo de la banda cambiaria, e incluso es posible que marque una baja en el último trimestre producto del fin de la incertidumbre electoral».

Por su parte, los servicios públicos también ingresarían en “modo electoral” y los aumentos serían prácticamente nulos.

Por último, pasada la temporada de negociaciones colectivas, los salarios dejarían de ser un foco de presión sobre el resto de los precios.

Por ello, estimaron que la inflación acumularía una suba cercana a 13% en la segunda mitad del año, finalizando el 2019 apenas por encima del 30%.