A fin de descomprimir tensiones con las provincias luego de la polémica por la transferencia de 25 mil millones de pesos a Buenos Aires, el Poder Ejecutivo convocó a una reunión con los gobernadores para el próximo jueves 2 de febrero.

En dicho encuentro intentarán aunar criterios para «avanzar obligatoriamente en un nuevo esquema fiscal», anunció el sábado el secretario de Interior de la Nación, Sebastián García De Luca.

Al defender el giro de los 25 mil millones de pesos a la provincia de Buenos Aires a modo de anticipos por la coparticipación de este año, y ante la crítica de mandatarios del Interior, el funcionario señaló: «Todos saben la realidad de la provincia de Buenos Aires, cómo se la ha perjudicado en aquella distribución de la coparticipación y la creación del Fondo del Conurbano, que es a la que menos beneficia».

De Luca remarcó que luego de dialogar con «todos los gobernadores» y de que todos admitieran «la necesidad de la Provincia» de Buenos Aires, se decidió girar esos fondos para financiar obra pública.

Consultado sobre si esta decisión tiene un sesgo de campaña electoral, a fin de apuntalar a los competidores de Cambiemos, respondió esa no es la «forma de ser» del Gobierno y que no hay un interés por «hacer kirchnerismo con la obra pública.

«La obra pública no ha tenido que ver en la cuestión política, ha marcado diferencia, no hay una discusión donde queramos hacer kirchnerismo con la obra pública», enfatizó.