¿Continuidad de una buena relación o principio de ruptura? La reunión que mantendrán el próximo jueves los gobernadores peronistas con los senadores del Frente para la Victoria y Partido Justicialista, terminará de definir el destino del proyecto de reforma electoral y, a través de él, el futuro inmediato de la relación entre el movimiento en cuestión y el Gobierno, de cara al año que tendrá comicios legislativos.

La falta de consenso en el bloque de senadores del PJ-FPV no es algo nuevo, dado que desde la llegada de Cambiemos al gobierno la bancada que encabeza Miguel Ángel Pichetto votó dividida casi todos los proyectos de ley que envió el Poder Ejecutivo.

Fuentes de ese bloque indicaron a NA que por esa razón la convocatoria de Pichetto a una reunión entre los senadores y los gobernadores no sólo será para definir lo que harán con el proyecto que propone el uso de la boleta electrónica, sino para delinear el futuro de la relación con el oficialismo.

«La reforma electoral va a terminar siendo una excusa. En el medio de esa discusión también se va a hablar del Presupuesto y va a entrar a jugar qué tipo de relación quieren tener con Gobierno en esta etapa», afirmaron las fuentes consultadas.

A grandes rasgos, los dos resultados posibles de esa cumbre son firmar el dictamen para el proyecto con cambios para aprobarlo y enviarlo a Diputados o directamente dejarlo «dormir» en las comisiones del Senado.

El primero reflejaría la intención de los gobernadores peronistas de mantener la relación cordial y de mutua conveniencia que tuvieron hasta ahora con el Gobierno, mientras que el segundo sería el principio de la ruptura, justificada por la inminencia de la contienda electoral.

Al tanto de esta situación, el oficialismo dejó trascender que ve casi muerta la reforma electoral pero al mismo tiempo confirmó que el Gobierno convocará a una única sesión extraordinaria para el 14 de diciembre a fin de que la Cámara de Diputados pueda votarla si sale del Senado.

En efecto, en los últimos días el secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, hizo algunos llamados al Senado para saber cómo estaba el panorama y tuvo respuestas desalentadoras.

En su entorno explicaron a NA que la razón por la que el Gobierno empezó a vislumbrar una derrota es, en primer lugar, que los tiempos ya son muy ajustados para aplicar la boleta electrónica en las próximas legislativas, y en segundo lugar, que las modificaciones que quiere hacer el Senado le «quitarían sentido a la ley».

«Está todo bien con la aplicación gradual y el plan de contingencia, pero si le sacan el mecanismo electrónico para el conteo a la boleta no tiene sentido la ley», precisaron las fuentes consultadas, que deslizaron si ése fuera el caso, el presidente Mauricio Macri podría vetarla.