El ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, habló este martes sobre la importancia de poner el transporte al servicio del desarrollo económico y, sobre todo, de otorgarles un sentido federal. «O es federal, o no es transporte», remarcó. Al mismo tiempo, se refirió a la hidrovía y afirmó que «estamos en un proceso de federalización y democratización de la Vía Navegable Troncal”

«El Ministerio de Transporte está enfocado en el desarrollo económico, en el fortalecimiento de las economías regionales, en la baja de costos logísticos, o sea, un transporte al servicio de la economía», aseguró Giuliano al tiempo que remarcó que el tema fundamental es «poner el transporte al servicio del desarrollo económico con un sentido totalmente federal, porque o es federal o no es transporte, es sólo movimiento y nosotros estamos trabajando con un plan federal, un plan de modernización que tiene un sentido absolutamente federal».

«Y eso cierra en los hechos -agregó-, porque en los distintos módulos de transporte, se ve la impronta federal. En lo aéreo, Aerolíneas Argentinas, por ejemplo, tiene 21 destinos sin pasar por Buenos Aires; en lo ferroviario, las principales redes de cargas de Argentina están distribuidas en todo el país de una manera equilibrada, con el apoyo de gobernadores e intendentes», señaló. Y «en lo que hace al modelo de transporte automotor de carga, el federalismo se ve con los cuatro nodos logísticos de transferencia en todo el país, desde el extremo Sur, al norte y centro. También con lo del Canal Magdalena, con lo de la Hidrovía, todo refleja la impronta federal».

En una extensa entrevista concedida a Telam, el funcionario recordó que si bien hace poco que está en funciones como tercer ministro de Transporte, está en la gestión «desde hace tiempo». «He participado del armado y la estructuración de este Plan Federal de Modernización del Transporte y hoy me toca continuar con esa tarea, pero ahora compartiendo con Sergio Massa como ministro de Economía, con lo cual hay una sintonía plena respecto de donde tienen que ir los objetivos», puntualizó.

«Está claro -afirmó- que ese objetivo es bajarle los costos a la gente y no olvidarnos del pasajero, que es fundamental. Al pasajero queremos devolverle tiempo, que tenga más tiempo para sus planes de vida. Para eso acá hay un plan, una política de transporte diseñada y en ejecución, que se refleja en obras de infraestructura ferroviaria, en aeropuertos, en puertos, en estaciones terminales de ómnibus en todo el país».

Giuliano insistió en que «así como se ha planteado que el ferrocarril debe ser una política de Estado, el transporte en general debe ser una política de Estado, porque hay dos valores en juego: el desarrollo regional, de las economías regionales; y el tiempo y la seguridad del pasajero». «Hoy el transporte en el mundo entero está enfocado en el desarrollo económico, en bajar los costos para ser competitivo, eso es área del Ministerio de Economía; lo otro es el pasajero, darle seguridad y devolverle tiempo. Ningún país es federal sin un transporte eficaz», sentenció.

En ese sentido, puso como ejemplo a Alemania, donde «la gente vive en un pueblito y trabaja en una planta industrial a 50 o 60 kilómetros, y va y viene a su casa porque hay transporte rápido y eficaz. Es vivir donde uno está y trabajar y estudiar en la ciudad». Y subrayó que «es necesario que haya una política de Estado para que las inversiones que se hacen durante un gobierno, no se cambien cuando otro gobierno, de otro signo político se hace cargo del país». «Esto es conceptual, porque el modelo neoliberal de transporte es una cuenta fría. Cuánto gastamos y cuánto nos vuelve y en la tarifa. Se mira lo que entra y lo que sale como una especie de asiento contable», argumentó.

«Pero para nosotros es otra cosa -añadió-, miramos la externalidad, el desarrollo económico, las relaciones sociales, culturales. Se deja a un pueblo sin tren, a una localidad intermedia sin tren y esa ciudad muere. No es lo que entra y lo que sale, sino también lo que dejó de salir. Para nosotros es un sentido social de transporte», remarcó.

En relación a ello remarcó que «el neoliberalismo mira lo que gastan, por ejemplo, los trenes, pero no mide lo que ingresa por esos servicios de trenes, en que una persona pueda estar de un lugar a otro de manera eficiente y económica. Tal como sucede con el servicio que recuperamos hace poco después de más de 30 años entre Cañada de Gómez y Rosario».

«Hoy un estudiante, en vez de alquilar en el centro de Rosario, vive con su familia en Cañada de Gómez y va a estudiar a Rosario todos los días. ¿Cuánto se le devolvió al bolsillo de esa familia?. O como el caso de la parrilla de ingreso a Retiro que hace 100 años que no se invertía un peso en eso», detalló.

Insistió en que el tema «es conceptual, porque acá hubo una revolución de los aviones, pero no hubo ni revolución, ni aviones, porque no dejaron algo permanente. La clave está en trabajar para lograr un diseño de país federal permanente. No podemos inaugurar un tren de cercanías para que se lo tenga que levantar al cabo de meses. Ya nos pasó y nos fue muy mal con eso», remarcó.

«Y en cuanto al plano aéreo, se digitalizó todo el sistema de comunicaciones aeronáuticas en la Argentina, hito que implicó el abandono de la red analógica que contaba con más de 25 años de uso. También se está avanzando en el proyecto de Modernización del Sistema de Vigilancia del Tránsito Aéreo, proyecto que contribuye al fortalecimiento de los sistemas de vigilancia del espacio aéreo argentino y del Sistema Nacional de Aeropuertos y que optimizará la capacidad de control aéreo», puntualizó.

«Todo esto es parte de esa visión federal, de pensar en un país integrado por un transporte de pasajeros y de carga en función de la gente y no meramente en una ecuación económica», concluyó Giuliano.

Hidrovía más allá de Santa Fe

En los últimos años el tema de la hidrovía se ha convertido en un punto sensible y controvertido. En relación a ello, el ministro de Transporte aseguró que el Gobierno nacional está proyectando el desarrollo de la Hidrovía Paraná-Paraguay “más allá de Santa Fe, apuntando a potenciar el transporte fluvial y al crecimiento de nuestra Marina Mercante”.

«Hoy estamos en un proceso de federalización y democratización de la Vía Navegable Troncal”, y en ese sentido destacó lo ocurrido durante la última reunión del Consejo Federal Hidrovía.

“Es muy importante para nosotros escuchar a los gobernadores y encontrar consensos, para generar una propuesta sobre lo que se necesita en relación con el proceso de dragado y balizamiento, que se realiza a través de la Administración General de Puertos (AGP). Porque queremos una Hidrovía que vaya más allá de Santa Fe, que llegue hasta la confluencia de los ríos Paraná y Paraguay y, en un futuro, hasta el Bermejo e Iguazú”, especificó el ministro.

“La Vía Navegable Troncal no es solamente una Vía, sino un sistema, con necesidad de extenderse, y generar condiciones para mejorar los costos logísticos. Tenemos una de las tres vías navegables más grandes del mundo, y la nuestra hoy tiene un proceso de normalización y de correr el velo sobre lo sucedido durante los último 26 años, donde había una concesión privada, pero los trabajos de mantenimiento los hacía el Estado nacional, sin cobrar un peso”, agregó.

El funcionario explicó que “ahora hemos dado un paso adelante estableciendo un peaje internacional y un peaje diferenciado para el tránsito nacional. Y lo recaudado con esos peajes, se volcará en las obras de mantenimiento necesarias para que la Hidrovía siga creciendo y permita el desarrollo de las economías regionales, abaratando costos logísticos”.

También defendió el cobro del peaje en la Vía Navegable, porque “todo barco de cualquier bandera debe pagar la navegación por este curso de agua y ese peaje se utilizará para el mantenimiento de este importante corredor fluvial. Obras que sólo con el dragado cuestan millones de dólares al año y que hasta ahora venía subsidiando el Estado argentino, y que ahora pagan todos los barcos que navegan la Hidrovía”, concluyó.