Por Marina Vidal

A un mes y medio de la asunción de Maurio Macri como presidente de la Nación, Conclusión se reunió con el economista, Daniel Guida, para conocer sus apreciaciones acerca de las medidas aplicadas hasta el momento por Cambiemos. El profesional dijo que “es evidente que las medidas económicas del nuevo Gobierno repercuten sustancialmente en la clase trabajadora».

«Devaluación, ajustes y desempleos  son algunas de las consecuencias que el ciudadano está sufriendo”, sostuvo entre otras cosas el miembro constituyente de la Fundación Pueblos del Sur de Rosario.

 -¿Qué opina sobre la quita de subsidios que realizó el nuevo Gobierno?

– La quita de subsidios son los mecanismos más complejos de comprensión para la población que forman parte de un paquete de medidas. Si tuviéramos solo la quita de subsidios en el marco de una economía como la que venía funcionando en la Argentina, no sería mucho más que un ajuste o reacomodamiento de cuentas de algunos sectores que necesitaban acomodarse porque estarían retrasados a lo largo del tiempo. Pero no es una variable dentro un esquema, sino que la quita de subsidios forma parte de un conjunto de políticas que están generando un cambio absoluto en la dirección de la economía Argentina, en los beneficiarios de las medidas y en los resultados que a corto plazo se está viendo. Lo importante es que inicialmente es evidente que repercute en el poder adquisitivo de la población y mucho más en el poder adquisitivo de los trabajadores porque rápidamente esa quita de subsidios se va a trasladar a un aumento en las tarifas de los servicios que cargan sobre el bolsillo de los trabajadores.

– ¿Fueron decisiones apresuradas las que tomó Macri?

– No se puede decir que fueron apresuradas o no, porque estas medidas forman parte del esquema básico filosófico y la propuesta política de Cambiemos, de manera que la idea de un gradualismo es una fantasía. En realidad las medidas se tomaron lo más rápido posible porque ellos necesitan para acomodar el modelo, la aplicación de las mismas.

– ¿Cómo repercuten en el ciudadano?

– La primera medida que tomó el gobierno repercute sustancialmente en el bolsillo de la población, que fue la devaluación violenta de pasar el dólar a 14 pesos. La cual, en el acto, produjo resultados inmediatos como ser la transferencia de ingresos del conjunto de la sociedad hacia los sectores exportadores y fundamentalmente hacia aquellos sectores que manejan sus bienes y ventas en términos del dólar. Entonces, esta devaluación produce una caída sustancial del salario real y una afectación al salario de los trabajadores. Que para mí, la clase trabajadora Argentina, es un orgullo, más cuando se unen y son solidarios porque han sido una pieza de nuestra formación como país.

¿Ese dólar a 14 pesos tiene alguna ventaja para el país?

– Inicialmente esta prédica ha sido muy importante en la etapa de preparación, tanto política  como económica, de la población para luego, dar este violento batazo. La excusa que se ha utilizado para esto es que con ese dólar había muchos sectores que no podían exportar, y Argentina no era competitiva a nivel internacional. Es evidente que ese dólar  que estaba en 9,70 debería haberse ido ajustando más paulatinamente para lograr mayor competitividad, lo que ocurre es que el golpe tan violento devaluatorio, genera en la estructura  productiva argentina, una cantidad de perjuicios muy grandes que no van a poder ser compensados con el supuesto beneficio de esa devaluación. Esto pasa porque estamos en un mundo donde la demanda global está cayendo.

– ¿Argentina va a ser más competitiva mundialmente?

– Esa devaluación que supuestamente generaría condiciones de competitividad para nuestros productos, es competitividad en tanto y en cuento el mundo nos compre cada vez más. Sin embargo, lo que está ocurriendo es que el mundo está comprando cada vez menos. Se ve reflejado por ejemplo, en la economía más importante de nuestro socio principal, nuestro máximo comprador que es Brasil, el cual, será difícil que nos compre mucho más porque el producto bruto ha caído 4 por ciento en el año que pasó y las perspectivas del año futuro son de nuevo de una caído del producto bruto, lo cual significa menos importaciones de Brasil o compra de este país en Argentina. En definitiva, es muy probable que a pesar de todo, no aumenten las exportaciones lo que está previsto en el marco de lo que significó la devaluación. Porque más allá de que pueda alcanzar un grado de competitividad un poco mayor este dólar a uno de 9,50, si no compran, no funciona.

– ¿Qué ocurre con este precio del dólar a nivel internacional?

-En términos del comercio internacional, es probable que nos invadan productos importados que perjudiquen a la industria nacional. Y esta es la otra medida complementaria. Por eso este conjunto de políticas económicas, que apuestan a un concepto político de la sociedad y a una forma de distribuir la riqueza, está muy relacionado con el hecho de que la apertura indiscriminada de la economía y de la industria competitiva exterior, nos puede generar una invasión de productos extranjeros a muy bajo precio para los importadores que no se va a traducir en un beneficio para la población pero si por el contrario en una pérdida de competitividad de la Argentina, esto es, mayor cantidad de dólares que se usen para importar y perder fuentes de trabajo en el país.

– ¿Fueron correctas para alguien las medidas que implementó Cambiemos?

– Al utilizar la palabra correcto se debería preguntar: ¿correcto para qué? Para el modelo que ellos plantean, son más que correctas; ya transfirieron al sector agro-exportador, ya el poder financiero recupero su espacio, ya los trabajadores pierden poder de negociación por miedo a perder su fuente de trabajo, es decir,  para la economía que pretenden, las medidas son correctas. Por lo cual mi respuesta no se va a basar en lo correcto o incorrecto, pero si pensamos en una economía de inclusión social, con autonomía, con soberanía, con correcta distribución de la riqueza, con derechos adquiridos por los trabajadores, esas medidas van en sentido contrario al interés colectivo, al bien común y el sector que sale perdiendo son los trabajadores.

– ¿Por qué ganó Cambiemos?

– Pienso que hay cuestiones de fondo y de forma. En las cuestiones de fondo juega mucho la comunicación y el permanente bombardeo de los últimos tres años de los medios concentrados, vinculados a los intereses económicos que en Argentina cada vez perdían más espacio. Es evidente que han bombardeado a la población con una estrategia comunicacional en su beneficio. Ahora, no sólo hay que asignar el triunfo a eso. Lo que es cierto es  que hay un segundo factor es que en esos medios de comunicación pegó mucho algunas cuestiones del gobierno que tocaban la sensibilidad de la gente en el aspecto más liviano. En tercer lugar hay una cuestión sumamente política que es que al conjunto del movimiento nacional, a la militancia, le faltó la cohesión correspondiente a la organización popular que sea capaz de ir acompañando los logros del gobierno para ayudar a corregir aquellos que estaban mal y profundizar los logros que estaban bien. En síntesis, es impensable que haya grandes sectores sindicales que hayan podido votar en contra del  gobierno que se fue, que lo único que hizo, fue beneficiar a los trabajadores.

– ¿Por qué existe tanta pobreza?

 El problema de la desigualdad y la pobreza es una discusión que no está exenta en los foros mundiales. Ya no es más algo que se trata en ciertos países sino, lo que está quedando claro, es que a medida que este mecanismo casi salvaje del capitalismo financiero invade los pueblos y genera mayor desigualdad, se está volviendo en contra de ese propio desarrollo capitalista. Y por supuesto genera un incremento de la violencia no solo local sino entre países como las guerras, los refugiados, es decir, violencia colectiva que se ve mundialmente. Por lo cual para poder frenar este capitalismo salvaje, el gobierno no tiene otra opción que pensar en el bien común. Pensar en políticas del estado que busquen este bien común. Y hasta hoy, Cambiemos no puso en marcha políticas que apuesten a este bien común. Todo esto se traduce, en que todavía a la Argentina le cuesta muchísimo pensarla en conjunto y no desde el beneficio individual.

–  ¿Tuvo algún beneficio el trabajador con las medidas del nuevo gobierno?

 Absolutamente ninguno. Lo que hace este modelo, o lo que busca este modelo es disciplinar con rigor a los trabajadores. De pronto reclamar un salario digno frente a una inflación descabellada, para el modelo es atentar contra la fuente laboral. Esto es disciplinar; porque ¿quién va a ir a negociar un 30 por ciento de aumento del salario cuando existe un 10 por ciento de desocupación?  La realidad es que esa medida apunta a hacer que se pierda poder de negociación salarial en todo sentido y así bajar los salarios. Esto bajará el consumo interno que se traduce en despidos masivos de medianas empresas que serán las más perjudicadas.

-¿Cuáles serían las consecuencias que sufrirá el argentino con estas medidas?

Pérdida del poder adquisitivo, pérdida de fuentes de trabajo, cierres de industrias y una baja en el nivel de vida. En términos de la economía nacional, vamos directo a un nuevo endeudamiento. Hay una frase de Einstein que decía: ¿Cuál es el colmo de la estupidez? El colmo de la estupidez es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes. Entonces este conjunto de medidas y las que van a venir en general no traerán los resultados que vayan a hacer mejorar  y crecer al país.

¿Argentina  vuelve al mercado internacional?

-Argentina siempre estuvo en el mercado internacional. Es un concepto falso que fueron inteligentes en comunicar. Esta idea que planteó Cambiemos de “vuelta al mercado mundial” lo que significa no es nada más y nada menos que la vuelta al endeudamiento, la vuelta a condiciones desfavorables para el país, pérdida de autonomía política, etcétera. En resumen las relaciones mundiales que tenía la argentina no es la que Cambiemos pretende,  pero no quiere decir que no era parte.