La Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) publicó este martes un informe que marca que la participación del país en el comercio mundial de aceite y harina de soja se derrumbó al nivel más bajo desde 1998, dándole paso indirectamente a Brasil para que escale en su posicionamiento exportador.

Los datos corresponden al «Monitor Agroindustrial» que publica periódicamente la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), que en esta oportunidad difundió el trabajo bajo el título «La década perdida».

Pese a este panorama, CIARA es una de las principales entidades que respalda al Gobierno en la implementación de los programas de tipo de cambios diferenciales que lanzó el Ministerio de Economía para asegurar el ingreso de dólares.

El informe sostuvo que «el procesamiento de la soja en la Argentina cerró 2022 con una baja de 10%».

«Sin considerar el complejo panorama que se espera para el poroto (por su mala calidad por la sequía) en la inminente campaña 2022/23 los datos del crush (molienda) del año pasado profundizan la tendencia bajista de Argentina en la molienda del Mercosur», señaló el monitor.

En este contexto, añadió que «en 2022 la participación argentina en la industrialización del bloque económico fue la segunda más baja desde 1988».

El informe señaló que la molienda de soja en el primer trimestre de 2023 es el segundo peor registro de la década con 3.439 millones de toneladas, sólo por encima del mismo período de 2013 cuando habían sido 2.921 toneladas.

A su vez, sostuvo que en esta década la capacidad de molienda de Brasil «casi iguala» a la de Argentina al estar en 202.337 toneladas día anuales y 204.671 toneladas día anuales, respectivamente.

«La caída en la producción de soja por efecto de la sequía tendrá consecuencias directas sobre el volumen de procesamiento y habrá una fuerte baja en la producción de aceite y harina de soja», señaló el informe.

En esa línea, el Ciara añadió que «el impacto recaerá sobre las exportaciones, provocando una de las mayores caídas en la participación de nuestro comercio mundial volviendo a niveles que teníamos en 1998».

Tal destaca el informe con base en en datos aportados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el abastecimiento mundial de harina de soja está mayormente concentrado en tres jugadores principales, entre los cuales Argentina ha sido -desde 1998- el principal exportador.

El destacado aumento en la participación de las exportaciones mundiales de harina de soja, de la mano de las inversiones claves en fábricas de procesamiento de semillas oleaginosas en el Gran Rosario, hicieron de éste el principal producto de exportación de la economía argentina.

Aun así, «el relativo estancamiento -continúa el documento del Ciara- que ha tenido la producción de soja en Argentina se combina este año con una brutal sequía para derivar en una proyección de molienda 2022/23 de apenas 28 millones de toneladas, el menor volumen desde 2004. Esto está incluso por debajo de las últimas grandes sequías».

En el caso del girasol el documento observa un panorama más alentador, dado que se estima que las exportaciones de aceite podrían superar el millón de toneladas que es un 165% con respecto a comienzos de la década.

Entre los efectos negativos de la sequía ya comienza a notarse el impacto sobre el movimiento de camiones. La cantidad de vehículos ingresados a los puertos con soja fue de 11.420, el menor registro de los últimos cuatro años.

Respecto del maíz, el volumen ingresado a los puertos en marzo fue de un millón de toneladas, muy por debajo de los 2,5 millones del mismo mes del año pasado y una cuarta parte de los 4 millones que entraron en marzo de 2020.

Informe del Ciara sobre las exportaciones de aceite y harina de soja by Conclusión TV on Scribd