Los trabajadores del ferrocarril lanzaron un paro nacional de 24 horas durante todo el miércoles que afectó tanto a los transportes de carga como a los trenes de pasajeros tras caerse las negociaciones con el gobierno nacional para un aumento de salario. Los referentes sindicales apuntaron que hay mucha incertidumbre entre los trabajadores ya que “hay un tufillo a los años noventa”.

El secretario general del histórico sindicato de ferrocarrileros Omar Maturano ratificó la medida de fuerza a los medios de comunicación, que tiene origen en el pedido sin respuesta de empardar los salarios con la inflación, lo cual requeriría un aumento del 52% en los haberes:  «Ratificamos nuestras medidas, tras una reunión en la que no recibimos ofertas, ni fueron recibidos nuestros reclamos. No reclamamos ningún aumento salarial, solo una recomposición de lo que pedimos por el aumento inflacionario, se trata de una actualización».

“Todo sigue igual”, sostuvo a Conclusión el secretario general de La Fraternidad en Rosario Sergio Galeano, quien apuntó que la huelga afectó a 7.000 trabajadores en todo el país. El gremio tenía pautada una reunión con el ministerio de Trabajo para el 14 de febrero y “no hubo autoridades que se presentaran a hablar. Hoy hubo otra reunión y, del 52% que pedimos, nos ofrecieron el 12%. Es una falta de respeto porque el interanual fue del 253% y en un mes fue del 20%, estamos queriendo que nos recompongan nuestros salarios no un aumento”, lamentó el trabajador.

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Galeano sostuvo que los trabajadores «no tenemos interlocutores» a la hora de sostener una negociación de salarial: “Este mes lo cobramos bien, pero no hay nadie que firme los recibos de sueldo de los compañeros, es un desierto el gobierno” dijo el maquinista y continuó: “No sabemos quién maneja el transporte, no sabemos con quién hablar. Es como que están improvisados y no sabemos quien maneja qué. No sólo yo sino la comisión directiva en Buenos Aires no tenemos un referente. No han puesto a nadie”.

La resolución 14/2024 del Boletín Oficial determinó una suba en los cuadros tarifarios de los trenes de larga distancia, pero entre los considerandos de la norma, se desliza que el gobierno nacional efectivamente no designó a nadie para la subsecretaría de Transporte Ferroviario, dependiente del ministerio de Infraestructura: al 19 de febrero, a pocos días de comenzar el tercer mes del año, «la SUBSECRETARÍA DE TRANSPORTE FERROVIARIO se encuentra sin funcionario designado».

La Fraternidad informó por medio de un comunicado que «las molestias que el público usuario sufre el día 21 es única, total y absoluta responsabilidad del gobierno nacional, que en desconocimiento de la legislación vigente, no convocó a las partes a la conciliación obligatoria. Ésta legislación obliga a las partes en conflicto a debatir quince días hábiles, más cinco días más, para arribar a solucionar el tema en cuestión, siendo el Estado moderador del debate» y agregó que el gobierno de Javier Milei «no puede desconocer la Ley que defiende a los usuarios y establece un método conciliador, por lo que su actitud viola la paz social, los derechos constitucionales y agravia a los usuarios y a los trabajadores ferroviarios en general«.

Al ser consultado por los pasos a seguir, Galeano adelantó que la comisión directiva se reunirá con Maturano en Ciudad Autónoma de Buenos Aires y evaluarán como continuar el plan de lucha: “No estamos pidiendo un aumento de sueldo, estamos pidiendo recomponer nuestro sueldo”, enfatizó.

En Santa Fe, los trenes de carga tienen un gran peso en la distribución y transporte de cargas e insumos para la venta por exportación. Galeano afirmó a este medio que la desaparición de los ramales afectaría profundamente el circuito de comercio exterior de los puertos de San Lorenzo, Timbúes, Puerto San Martín, entre otras localidades aledañas.

Sergio Galeano, secretario general del sindicato La Fraternidad en Rosario

“La última paritaria que tuvimos terminaba en febrero, con un 16% que lo cobramos, pero en enero mismo, la inflación fue del 20%. El gobierno busca que ya no existan más las paritarias. Nos están obligando a que vayamos al paro”.

El secretario general contó que durante la década de 1990, cuando el gobierno de Carlos Menem optó por la privatización de los ferrocarriles, él trabajaba en la línea Mitre hasta que lo despidieron tras la privatización de la empresa. Después de eso buscó dos años alguna fuente de trabajo sin poder conseguir, hasta que lo contrataron en Belgrano Cargas: “La sensación hoy cuando hablas con los compañeros es de temor. Todos tienen miedo de que los echen. En el caso de que privaticen, que se manejen con 20 personas en vez de 40 como pasó en los años 90. Hay mucho miedo de que se pierdan las fuentes laborales”, sentenció.