Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

El abogado laboralista y presidente del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, Héctor Recalde, dijo respecto del presidente de la Nación, Mauricio Macri: “Estoy convencido de que al gobierno no le resultan gratos los dirigentes sindicales que defienden con convicciones y principios a los trabajadores».

En el mismo sentido, el legislador apeló a una comparación diciendo que «si es posible, parafraseando un libro de Horacio Verbistky, como un mundo sin periodistas, hay muchos gobiernos que quieren un mundo sin sindicatos. Realmente hay una actitud manifiesta del gobierno contra los sindicatos».

Y ratificó su postura subrayando que “Macri quiere un mundo sin sindicalistas. Por lo menos, sin sindicalistas combativos. Es una típica actitud neoliberal. Creo que quiere debilitar cualquier estamento y organización que tengan que ver con la defensa de los derechos de los trabajadores».

Y agregó que la actitud está «objetivada con las descalificaciones que hizo sobre la justicia del trabajo, los abogados laboralistas y los sindicatos, a quienes trató de mafiosos».

“Cuando atacan a estas organizaciones no sólo lo hacen para maximizar las ganancias empresariales y bajar los costos laborales, sino para someter a los trabajadores, que tengan temor a los despidos y represalias. Es una forma de hacer política», arremetió el presidente del bloque del Frente para la Victoria en diálogo con Conclusión.

Recalde aludió a lo que aconteció en la ciudad de La Plata con el dirigente de la Uocra «Pata» Medina. Y dijo: «Me da asco, bronca, como me paso con José López, que tiene un estado de sospecha mayor porque lo pescaron in fraganti. Cuando uno se entera de que hay millones de dólares en el exterior, si esto es cierto, es repugnante».

“Una reforma a la brasileña ni en broma pasa por el Congreso”

En relación a la mentada reforma de la legislación laboral, el diputado manifestó que “la reforma laboral a la brasileña o a la francesa no pasa ni por asomo. Un proyecto de ley, sea cual fuere el resultado de las elecciones porque no cambia la relación de fuerzas en el Congreso, no pasa».

Sin embargo dio el pii para sospechar que habría mecanismos alternativos que podría instrumentar el Ejecutivo, al referir que «si por vías oblicuas, sea por una reglamentación o discusión de un convenio aprovechando para flexibilizar que la relación de fuerzas no es favorable a los trabajadores y que una actividad está en crisis».

Y añadió: «Van a querer blanquear, bajar multas por el blanqueo, acotar el tiempo de reclamo de los trabajadores, atenuar las reparaciones que tiene el trabajador no registrado que prueba que no está registrado».

En la misma línea, dirigió la mirada a Balcarce 50: “No van a mandar un proyecto al Congreso. Hasta ahora sólo pasó una ley flexibilizadora, la de accidentes de trabajo, que el bloque FPV-PJ la votó en contra, pero muchos opo-oficialistas votaron a favor con la excusa de que la CGT había dado conformidad».

Para dar indicios sobre los antecedentes que dejó el oficialismo para la precaución, recordó que «el año pasado mandaron un proyecto flexibilizador llamado empleo joven, que ni siquiera tuvo dictamen de la comisión de Trabajo. Con ese antecedente, una reforma a la brasileña ni en broma pasa por el Congreso», precisó.