De acuerdo con manifestaciones del ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, el gobierno analiza «cómo hacer para que funcionen mejor» las casi 300 obras sociales sindicales inscriptas en la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS).

El funcionario aclaró que “hay muchos temas que tienen que resolver: el alcance, la cobertura de los trabajadores. Tenemos que analizar de qué manera podemos asegurar la calidad de los servicios”.

A esta posición del gobierno de Cambiemos, le salió al cruce Héctor Daer, integrante de la conducción de la CGT y dirigente del gremio de la Sanidad: «Al sistema de obras sociales lo terminaron ‘descremando’ con la desregulación, porque las prepagas fueron a buscar a los sanos, a los jóvenes y a los de altos ingresos. Rompió así el equilibrio del sistema solidario. Pero como sistema es el que mejor funciona», sostuvo el gremialista.

Comparativo de precios

Daer agregó que “si se compara el gasto per cápita por prestación, en el sector de prepagas es 4 veces lo que se gasta en obras sociales, y en el sector público es 1,6. Por supuesto que tiene muchísimos inconvenientes, que derivan desde que se fue transformando el sistema: aparecen nuevas tecnologías, muchas sin un respaldo científico y que tienen unos costos impresionantes».

Y fue más allá al sostener que “el sistema está en un equilibrio muy finito y desde el sindicato ponemos dinero para mantener las prestaciones. Esto pasa en la inmensa mayoría de las obras sociales».