La presidenta del Concejo Municipal de Rosario, María Eugenia Schmuck, afirmó este lunes que no está dispuesta a discutir un incremento de la tarifa de taxis, salvo que el debate también incorpore la regulación de aplicaciones móviles. Además rechazó la amenaza de los choferes, que plantearon que podrían realizar paros nocturnos en reclamo de mayor seguridad.

Igualmente, la concejala oficialista indicó que no está desconectada del escenario económico actual. «Reconozco que hay una inflación que obviamente debe acompañar cualquier tarifa de servicio público, pero de la mano de eso tienen que venir otras cosas», sostuvo este lunes, en un inusual dialogo con la prensa surgido a raíz de una amenaza de bomba en el Palacio Vasallo que finalmente resultó una falsa alarma.

En ese marco, a pesar del reiterado pedido de titulares y peones que buscan recomponer su poder adquisitivo, Schmuck se mostró en desacuerdo con una nueva suba. «Al menos en mi caso, no estoy dispuesta a aumentar la tarifa de taxis si no viene de la mano de la discusión de la regulación de las aplicaciones», planteó, en una clara propuesta a poner diferentes factores sobre la mesa de negociación.

En otro aspecto, al ser consultada por los reclamos que realizan desde el Sindicato de Peones de Taxis por el nivel de inseguridad que padecen al llevar a cabo sus tareas, sobre todo en horario nocturno, la presidenta del cuerpo legislativo local sostuvo que es un tema que deben trabajar en conjunto con el Ministerio de Seguridad provincial.

Aun así, Schmuck afirmó que la situación mencionada no es excusa para que haya faltante de taxis durante la noche, mucho menos -opinó- justifica un paro de servicios nocturnos. «Tener una chapa de taxi implica una responsabilidad. Cuando uno adquiere una chapa de taxi tiene que trabajar 16 horas. Eso no significa que una sola persona debe hacerlo, sino que la unidad tiene que estar en la calle 16 horas repartidas entre un peón y el titular», dijo.

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«Eso también implica responsabilidades los fines de semana y durante la noche. Hay un cronograma determinado que deben cumplir todas las unidades. No nos olvidemos que el taxi es un servicio público impropio, que el Estado presta a través de terceros. Esos terceros, cuando adquieren esa responsabilidad, tienen compromiso con la normativa vigente. Por supuesto, todos sabemos los problemas que hay con la seguridad, pero esa es una materia que deberemos abordar con la provincia, que es quien la tiene a cargo», aseveró.