El presidente Mauricio Macri encabezó hoy en Tucumán un festejo del Bicentenario de la Independencia que se destacó por su sobriedad, visitas internacionales y un tedeum interreligioso.

El festejo de este sábado arrancó quince minutos antes de las 10.00, con el saludo del Presidente desde la explanada de la Casa de Gobierno de Tucumán, de cara a la plaza Independencia, escoltado por el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el gobernador local, Juan Luis Manzur.

Antes habían ingresado al palacio gubernamental la vicepresidenta Gabriela Michetti y el rey emérito de España, Juan Carlos I, además del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y 20 de los 23 gobernadores: no estuvieron los peronistas Alicia Kirchner (Santa Cruz), Mario Das Neves (Chubut) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis), quienes enviaron en su lugar a los vicegobernadores Pablo González y Mariano Arcioni y al intendente puntano, Enrique Ponce, respectivamente.  tucuman1

Tanto Alicia Kirchner como Das Neves argumentaron que no pudieron concurrir porque estaban enfermos, mientras que de Rodríguez Saá no se conocieron motivos oficiales.

Entre los invitados internacionales, además del monarca español, estuvieron el presidente de la Corte Suprema de Chile, Hugo Dolmestch; el vicepresidente boliviano, Álvaro Garcia Linera; el viceministro de Asuntos Exteriores de Italia, Mario Giro; el vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic; el ministro de Defensa de Brasil, Raúl Jungmann, y la canciller de Perú, Ana María Sánchez Vargas de Ríos.

Además de la ausencia de mandatarios extranjeros, tampoco participaron de la ceremonia los ministros de Defensa, Julio Martínez; de Ambiente, Sergio Bergman; de Comunicaciones, Oscar Aguad, y de Energía, Juan José Aranguren, uno de los funcionarios más cuestionados en estos días como consecuencia del aumento de las tarifas de los servicios públicos.

También visitaron San Miguel de Tucumán los embajadores de Estados Unidos, Noah Mamet, y de Croacia, Mira Martinec.

Con la marcha militar Avenida de las Camelias de fondo, interpretada por la Banda Militar Coronel Bonifacio Ruiz de los Llanos, Macri bajó por las escalinatas de la Casa de Gobierno de Tucumán, vestido con la banda presidencial y el bastón de mando.

Antes de que se interpretara el Himno Nacional, el público presente vitoreó a Manzur y al Presidente, a quien le cantaron: «Macri, querido, el pueblo está contigo».

Mientras sonaba el Himno Nacional, el público se sorprendió por el estruendo de los tradicionales cañonazos de salva: estaban previstos 21 fogonazos, pero como tucuman-11la máquina se trabó sonaron solamente 13.

Tras la apertura, Macri y las autoridades, entre las cuales también estuvieron legisladores nacionales y provinciales, se trasladaron a pie a la catedral tucumana, donde el arzobispo Alfredo Zecca encabezó el tedeum en una misa que contó con palabras de referentes de los tres principales credos, el católico, el judío y el musulman, además de sacerdotes de la Iglesia Católica Maronita, y se leyó la carta que el papa Francisco le había enviado días atrás a la Conferencia Episcopal Argentina, alusiva al festejo patrio.

Macri estuvo en la primera fila, de cara al altar, junto a su esposa, Juliana Awada, que lució un tapado de color celeste pastel; del otro lado, Manzur y su esposa, Sandra Mattar Sabio.

En la plaza Independencia, detrás de las vallas que separaban al público de las autoridades, una señora de 84 años que viajó de Santa Fe a Tucumán y se movía en silla de ruedas, mostraba un cartel que decía: «Señor presidente, quiero darle un abrazo».

Tras el tedeum, Macri se acercó unos segundos hasta la valla que daba a la catedral para saludar al público antes de subirse a una combi que lo trasladaría hasta la Casa Histórica; los simpatizantes lo vitorearon con el canto partidario de la alianza Cambiemos: «Sí se puede, sí se puede». tedeum-editado

Luego de la firma de la proclama del Bicentenario junto a los gobernadores, Macri y Michetti salieron por el acceso principal de la Casa Histórica, sobre la peatonal Congreso, tras lo cual junto a los invitados entonaron el Himno Nacional y el Presidente brindó luego su discurso.

En el mismo, el presidente se dirigió a todos los sectores de la sociedad, a la vez que lamentó haber recibido “un país y un Estado realmente castigado por la mentira y la corrupción”.

“Todas las transiciones son difíciles. Pero este punto de partida es especialmente difícil: Encontramos un país y un Estado realmente castigado, por la mentira y la corrupción, que nos sigue irritando todas las semanas”, sostuvo el mandatario en la puerta de la Casa Histórica y ante gobernadores, funcionarios nacionales y representantes extranjeros.

El jefe de Estado insistió en que tuvo que tomar “decisiones duras y que siguen doliendo”, y que “Nunca es fácil asumir ser independientes y ser libres porque eso conlleva una responsabilidad”.

“Los ciudadanos de 1816 no eran superhombres. Seguro tuvieron miedo y angustia, pero el coraje y la convicción fue más fuerte. Y tuvieron la decisión de ser protagonistas de su futuro”

“Hoy les quiero pedir lo mismo a todos los argentinos: seamos protagonistas, tengamos fe de nuestra capacidad de crear y desarrollar. No tengamos miedo. No escuchemos a los que se han enfermado con el poder”, y subrayó:”Tenemos que alejarnos de la viveza criolla mal entendida, de que al vivo que engaña es al que le va mejor” tucuman-12

Asimismo, envió mensajes a todos los sectores de la sociedad, entre los que se destacó el dirigido a los gremios, ya que advirtió que “creció el ausentismo, las licencias, las jornadas horarias reducidas”, en el mismo sentido, destacó: “Cada vez que un gremio consigue reducir una jornada horaria, el resto de los argentinos lo estamos asumiendo como parte de un costo y no está bien”, remarcó.

Tras recorrer el interior de la Casa Histórica guiado por la directora del Museo, Patricia Fernández Murga, el mandatario se dirigió a la Sala de la Jura, en donde procedió a la firma del “Acta compromiso para el tercer siglo de los argentinos” ante los gobernadores, funcionarios nacionales y representantes extranjeros.

Luego, el mandatario y los invitados degustaron un almuerzo en el patio trasero de la Casa Histórica para después presenciar un desfile folklórico, militar y escolar en la avenida Mate de Luna.