El Papa Francisco dijo que continúa orando «por quienes sufren y esperando caminos de paz, en Medio Oriente, en la atormentada Ucrania y en otras regiones heridas por la guerra». Dijo «Animo, una vez más, a la liberación de rehenes y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza». Con estas palabras hizo su último llamamiento por Tierra Santa, el cual tuvo lugar en la audiencia general de este miércoles, dirigiéndose a los peregrinos provenientes de todo el mundo congregados en la Plaza de San Pedro.

«Siempre pienso en la grave situación en Palestina e Israel», dijo el Papa, mientras apelaba a la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás y a facilitar la entrada de ayuda humanitaria en la asediada Franja de Gaza.

El Santo Padre también invitó a los fieles a unirse a él en la próxima Jornada de oración, ayuno y penitencia por la paz en todo el mundo.

«Recuerdo a todos, que el viernes 27 de octubre, viviremos una jornada de ayuno, oración y penitencia. A las 18, en San Pedro, nos reuniremos a orar para implorar la paz en el mundo.

Mientras tanto, los líderes mundiales expresaron su intención de continuar con los esfuerzos para evitar que el conflicto se extienda, casi tres semanas después de que militantes de Hamas atacaran ciudades del sur de Israel y mataran a más de 1.400 personas, la mayoría de ellas civiles.

Países como Estados Unidos, Canadá, Rusia y varios estados árabes están presionando para que se haga una pausa o un alto el fuego en los combates entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza, para que se pueda entregar ayuda humanitaria a los civiles palestinos asediados.

A última hora del martes, ocho camiones con agua, alimentos y medicinas entraron al enclave desde Egipto.

El miércoles, Israel amenazó con impedir que llegaran nuevos suministros de combustible a Gaza, acusando a Hamás de acumular cientos de miles de litros mientras, según se informa, los hospitales de Gaza están cerrando todos los servicios, excepto los de emergencia, a medida que se agota el combustible.

La ONU, el mayor proveedor de ayuda a Gaza, dice que su trabajo en la Franja se detendrá el miércoles por la noche, si no consigue nuevos suministros de combustible. 

Durante su Ángelus del domingo, el Papa dijo estar «muy preocupado» y «dolorido» por la crisis en Tierra Santa, y señaló que reza y está cerca de todos los afectados.

Denunciando «la grave situación humanitaria en Gaza», expresó también su tristeza por los bombardeos contra el hospital anglicano y la parroquia ortodoxa griega, que fueron alcanzados por explosivos en los últimos días.

“Renuevo mi llamado a que se abran espacios, a que siga llegando ayuda humanitaria y a que se libere a los rehenes”, afirmó. «La guerra, cualquier guerra que haya en el mundo -también pienso en la Ucrania martirizada- es siempre una derrota, es una destrucción de la fraternidad humana. ¡Hermanos, deténganse! ¡Alto!».