La inflación y las altas subas en los impuestos siguen afectando a los comerciantes de Rosario. Es el caso de Lucrecia, dueña de un bar ubicado en el barrio Luis Agote, quien quedó al borde del cierre por las altas tarifas de la luz.

Bigba Café, el local ubicado en Catamarca y Alsina, abrió sus puertas en noviembre del año pasado y se posicionó como el preferido de los vecinos del barrio. Sin embargo, el emprendimiento, a cargo de Lucrecia Zabala, no está pasando por un buen momento y se debe a las subas en los impuestos.

«Abrí hace seis meses y estoy preocupada por el aumento que ha sido muy exponencial. La última boleta de la EPE supera lo que pago de alquiler. Me encuentro en una situación complicada, porque uno ya empieza a arrastrar deudas y ya conozco otros negocios a los que les pasó lo mismo», señaló la comerciante.

Pese al aumento de la tarifa de la energía eléctrica, Lucrecia intenta salir adelante y remontar el negocio: «Creo que estamos desamparados, uno tiene que reinventarse para poder seguir. Uno trata de hacer ferias, de armar eventos…».

«La inseguridad tampoco ayuda, ya tuve dos intentos de robo y eso me obliga a cerrar más temprano, a tener menos tiempo para vender», cerró.