Sobre el inicio del segundo semestre, los estatales nucleados en ATE salieron a marcar la cancha a la gobernadora bonaerense, la macrista María Eugenia Vidal, al advertir que exigirán una suba salarial no menor al 35% en la reanudación de la paritaria con el sector, prevista para el 14 de julio.

La presión multisectorial sobre la dirigente de Cambiemos tomará además la forma el 12 de julio de un paro motorizado por ATE, la judicial AJB, los docentes Suteba, Udocba y Federación Nacional Docente y Scoeme (Minoría y Educación). Esa embestida apunta -afirman- a «denunciar el vaciamiento del Estado, y exigir un aumento salarial y el nombramiento de trabajadores».

En lo que respecta a la paritaria del 14, el secretario de ATE, Oscar de Isasi, anticipó -en declraciones a Letra P- que plantearán «la recuperación del poder adquisitivo, que oscila en un 35 o 36 por ciento, por encima del 15% ya acordado».

ATE no aceptó el aumento del 15% en dos tramos para el primer semestre definido a principios de 2016 (con reapertura de la discusión a mitad de año), que sí fue rubricado en cambio por el arco estatal mayoritario, centrado en Upcn y Fegeppba. Ese escenario derivó en una judicialización de la discusión por parte de ATE.