El consumo de vino en la Argentina viene en caída desde hace una década, ya que tuvo una fuerte contracción al pasar de 29,2 litros por habitante por año en 2007 a los 18,6 litros per capita en 2017.

Los cálculos surgieron del estudio de vitivinicultura realizado por el Departamento de Economía de la entidad cooperativista Coninagro. En tanto, los especialistas determinaron que el consumo de vino acumulado de enero a junio de 2017 es cuatro por ciento menor que en el mismo período del año pasado.

Sin embargo, el sector continúa adelante pese a distintas vicisitudes, dado que para 2017 se estima que la elaboración de vino sea 13% menor que el promedio de las últimas cinco campañas y en el caso del mosto (jugo de uva), la reducción sería del 42%.

La evolución del precio promedio, en dólares, de los productos vitivinícolas continúa experimentando mejoras, principalmente desde el mes de julio de 2016. En la última cosecha a principios de año, el valor del vino tinto se duplicó, mientras que el blanco incrementó 58 por ciento.

Los precios a julio indican que el vino tinto presenta una tendencia ascendente, pasando de 0,35 U$S el litro en 2015 a 0,66 U$S el litro en 2017. Por el contrario, el vino blanco experimentó una recaída de 2015 a 2016, para luego recuperarse de 2016 a 2017; de punta a punta pasó de 0,29 a 0,41 dólares el litro.