Teniendo en cuenta que el medio norteamericano predijo el año pasado la victoria de Trump en las elecciones de EE.UU. y la salida del Reino Unido de la Unión Europea, es posible que algunos de los pronósticos para el año próximo se hagan realidad.

«La popularidad de Donald Trump crecerá en sus primeras semanas en el Despacho Oval gracias a un enorme estímulo fiscal aprobado por un enérgico Congreso republicano», opina el medio. Sin embargo, Bloomberg augura protestas, con California como el centro del movimiento anti-Trump.

Acciones y seguridad

Sus primeros meses en la Casa Blanca harán subir las acciones de bancos y firmas de seguridad, pero esta será una burbuja que explotará con el paso de los meses. «El aislamiento de Trump y la ‘agresividad’ (en palabras de Bloomberg) de Vladímir Putin obligarán a Alemania a tomar una difícil decisión: liderar el entramado militar europeo contra Rusia. O escuchar el consejo de Trump y llegar a un acuerdo importante con Putin para decidir las esferas de influencia en Europa del Este», pronostica el medio.

Tras ganarse a EE.UU. y Europa, quienes aceptarán las decisiones de Rusia en Ucrania, Bielorrusia y Siria, Putin, según el diario, «dejará de ‘intervenir’ en los asuntos de Washington y de la Unión Europea», y empezará a pensar en el retiro después de un último periodo en el poder.

Todo esto, acompañado de un crecimiento del rublo y de la economía rusa.

China

En su primer día en la Casa Blanca, Trump atacará a China e impondrá enormes aranceles a los productos de ese país, según lo pronostica Bloomberg. La moneda china empezará a devaluarse, con los políticos preocupados por la reestructuración del partido comunista en noviembre de 2017 y el gigante asiático vivirá la mayor recesión de su historia moderna.

Bloomberg augura la salida de EE.UU. de la OTAN, en primer lugar, y de las Naciones Unidas, en segundo. El retiro del país norteamericano del mundo permitirá a Daesh expandir sus operaciones más allá de Afganistán y radicalizar Asia Central.

El abandono de Washington obligará a Riad y Tokio a desarrollar sus propias armas nucleares, mientras que Pyongyang demostrará que tiene dispositivos nucleares capaces de alcanzar la costa este de EEUU. Esto llevará a Trump a pedir ayuda a China para controlar a sus vecinos y a una caída de las bolsas asiáticas, que buscarán inversiones más seguras, como el oro o los bonos del tesoro.

Impulsados por la victoria de Trump, los líderes populistas europeos empezarán a ganar poder, cerrando fronteras, rompiendo acuerdos de libre comercio e incluso dando la espalda al euro y a la UE. Marine Le Pen será la nueva presidenta de Francia, instando a su país a abandonar la Unión a través de un referéndum. Beppe Grillo, por su parte, llegará al poder en Italia y hará un llamado para restituir la lira italiana como moneda nacional.

Ante la posibilidad de una salida de Francia de la UE, la zona Schengen se disolverá, mientras que el euro caerá en picada y Grecia se verá envuelta de nuevo en enormes protestas, esta vez sin nadie que la rescate.

Cuba

Trump se retractaría del deseo de EE.UU. de mejorar las relaciones con Cuba, por lo que la isla buscaría ayuda de los otros dos países interesados en la región: China y Rusia.

«Dados los lazos históricos, el presidente Raúl Castro permitirá a los rusos reabrir una base de inteligencia en La Habana», opina Bloomberg. Esto generará tensiones entre Trump y Putin, que recordarán a los más viejos lo ocurrido en 1962 durante la Crisis de los Misiles.

EE.UU. romperá el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, aumentará los aranceles a las exportaciones mexicanas y a los trabajadores de ese país, para pagar «el infame muro» que dividirá a los dos países.

Como consecuencia, México se verá hundido en una profunda recesión, el peso seguirá cayendo, mientras que más y más mexicanos serán deportados de EE.UU.

Arabia y Yemen

Los esfuerzos del príncipe heredero sustituto de Arabia Saudí, Mohamed binSalmán Al Saud, por diversificar la economía de su país seguirán fallando por segundo año consecutivo. Esto llevará a un golpe de Estado en el palacio, que llevará a otro miembro de la familia real al poder.

Mientras tanto, la situación en Yemen empeorará, con impuestos y descontento por la calidad de vida. Igualmente, simpatizantes chiitas ganarán poder en Irak y Siria, inclinando la balanza de poder en la región hacia Irán. Las tensiones entre Irán y Arabia Saudí crecerán, con EE.UU. fuera del escenario, lo que devendrá en una confrontación armada entre los dos países, opina Bloomberg. Esto tendrá un impacto en la economía petrolera, y la moneda saudí se devaluará, y así en toda la región.