El país se endeudó en 77 mil millones de dólares entre diciembre de 2015 y febrero de 2017. La cifra, que equivale al 15 por ciento del Producto Bruto Interno, fue registrada por el Observatorio de la Deuda Externa de la UMET. Este año se aceleró el ritmo de emisión de bonos y en el primer bimestre ya se colocaron cerca de 25 mil millones de dólares, un monto que representa el 50 por ciento de toda la deuda acumulada a lo largo de 2016. La entrada masiva de divisas no se empleó para avanzar en la construcción de proyectos de infraestructura ni en potenciar la capacidad exportadora de las economías regionales y de empresas industriales.

El financiamiento, principalmente obtenido en mercados internacionales, permitió sostener la fuga constante de dólares del mercado interno, luego de la desregulación de los controles cambiarios y de la apertura a los movimientos de capitales, y alimentó un círculo perverso de negocios financieros sin contrapartida sobre la producción y el empleo. En el informe del Observatorio de la Deuda se advirtió que estos niveles de sobreendeudamiento, si bien pueden sostener en el cortísimo plazo el programa económico del Gobierno, no son sustentables en el tiempo y la única alternativa es volver a poner el eje en las políticas productivas, salariales y laborales.

Los primeros dos meses de 2017, lejos de revertir el proceso de colocación de deuda del 2016, mostraron un importante incremento de la emisión de bonos. El Tesoro sumó préstamos por unos 13.000 millones de dólares en los mercados internacionales, Letes por 4886 millones dólares en la plaza local y títulos en moneda doméstica por el equivalente a 2268 millones de dólares. Las Provincias colocaron otros 2050 millones y las empresas 1937 millones. De este modo, la deuda contraída en el primer bimestre del año alcanzó los 24.141 millones de dólares.  “Luego del vertiginoso proceso de apertura de la economía y del fracaso de las políticas pro mercado del macrismo -que no han hecho más que acelerar el proceso de fuga de capitales-, el endeudamiento se ha convertido en el respirador artificial que mantiene con vida al actual modelo económico”, afirmó el rector de la UMET, Nicolás Trotta. Planteó que “la creación del Observatorio de la Deuda Externa a fines del 2016 responde a la necesidad de involucrar a nuestra Universidad, sus investigadores y las organizaciones sindicales que la promueven, en los principales problemas que atraviesa la realidad política y social de la Argentina. No podemos ser indiferente y guardar silencio frente al espiral de endeudamiento irresponsable del Gobierno”.

El seguimiento de las emisiones de la deuda y la fuga de capitales desde el comienzo de la gestión de Macri arrojó cifras alarmantes. “La Argentina se endeudó en tan sólo 14 meses en 77.615 millones de dólares, aproximadamente un 15 por ciento del PIB”, precisó Arnaldo Bocco, director del Observatorio de la Deuda Externa de la UMET. Detalló que el ingreso masivo de endeudamiento no frenó el proceso de fuga de capitales sino que lo potenció. “La demanda de dólares sigue en aumento, lo cual no sólo es abastecido a través del mercado de cambios sino también a través de la emisión de Letes del Tesoro, que subsidia la compra especulativa de dólares por medio del crecimiento de la deuda. Si sumamos sólo la fuga de enero, que alcanzó 3196 millones de dólares, y las emisiones de Letes –Letras de Tesoro emitidas en dólares– de enero y febrero de 2017 por 4886 millones, la salida de dólares por atesoramiento, giro de utilidades, turismo e intereses alcanzó los 8082 millones”, afirmó.