En el marco de la tercera edición del seminario sobre Economías Regionales que organizó LA NACIÓN, Daniel Funes de Rioja, titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), disparó con munición pesada contra la presión tributaria que debe afrontar la industria.

En particular, el también vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) dirigió su ira hacia las tasas municipales. «Son de delincuentes», exclamó durante uno de los tramos más encendidos de su alocución. «Son descarnados. La imaginación no tiene límites, pero el descaro tampoco. Las municipalidades tienen que sobrevivir, pero ¿a costa de nuestra sangre?», preguntó.

Funes de Rioja dijo que los impuestos que exigen los gobiernos provinciales y municipales encarecen la producción en, al menos, un 14%. «Tenemos producción, podríamos tener escala pero no sucede por diversos factores. A nivel mundial somos el séptimo productor y el undécimo exportador y en el ránking de competitividad del Foro Económico Mundial estamos 104. Sáquennos el pie de encima», advirtió.

El hombre fuerte de la Copal también tuvo tiempo para quejarse de los gremios. «Si los sindicatos no se dan cuenta de que el mundo cambia se caen solos», afirmó. «La industria del juicio, ausentismo del 10% al 20% en el Gran Buenos Aires, eso es parte de la realidad argentina. Lo que hay que tener, sobre todo con más de un millón de ni-ni, es cultura del trabajo. Si no, nos vamos a caer del sistema porque las fábricas se mudan», auguró.

«Yo quiero lanzar en la Expo Alimentar de noviembre un acuerdo de Copal para las economías regionales», afirmó Funes de Rioja. «Sin ellas no hay país federal, no hay desarrollo ni descentralización. Lo tienen que entender no solo el gobierno sino también las provincias», concluyó.