El concejal Eduardo Toniolli presentó un nuevo informe del Observatorio Social del Transporte -el primero de 2017- que analiza el desarrollo del sistema de trolebuses locales, y el estado de la flota de las líneas K y Q para afrontar las exigencias del nuevo pliego.

“El punto de partida de ambas líneas, una histórica y otra a inaugurarse, preanuncia un inmediato incumplimiento de lo que exigen los estándares del nuevo sistema, tanto en cantidad de unidades para cumplimentar el servicio, y por lo tanto en lo que hace a las frecuencias exigidas, como en el estado de los coches, sobre todo en lo que refiere a la adaptación para usuarios con movilidad restringida”, señaló el edil del PJ-FPV.

Toniolli Eduardo

En este marco, Toniolli señaló que “la cantidad de 20 unidades con las que cuenta la K en la actualidad, y las 12 que compró la Municipalidad a la empresa rusa Trolza para ser destinadas a la futura Q, están lejos de alcanzar las 27 y las 18 unidades que les exige el nuevo pliego a ambas líneas respectivamente (si incluimos las que deben estar operativas y las de reserva frente a imponderables)”.

“Estos faltantes redundarán en que al momento de ponerse en funcionamiento el nuevo sistema, tanto la K como la Q estarán incumpliendo la cantidad de vueltas a prestar diariamente por su flota, y con ello las frecuencias exigidas”, agregó.

Discrepancias

Durante el 2016 la Municipalidad realizó un contrato con la empresa rusa “Trolza” para la compra de 12 trolebuses que, según se informó oportunamente, iban a ser destinados a la futura Línea “Q”.

De esta manera, de acuerdo a lo que señalan los pliegos, el servicio de la Línea “Q” debe ser prestado por 17 unidades. Si se agrega a esto, el hecho que por el Artículo 18.1 inciso “c”, la reserva técnica mínima debe ser del 5% de las unidades del parque operativo ofrecido, la dotación mínima necesaria para la Línea “Q” debería ser de 18 unidades, cifra que excede en 6 a la cantidad de coches contratados con “Trolza”.

Asimismo, según el Sistema de Trolebuses, el servicio debe ser prestado por 25 unidades, a las que sumando la previsión de la reserva técnica mínima del 5%, resulta que la dotación mínima necesaria para la Línea “K” debería ser de 27 unidades, cifra que excede en 7 a la cantidad de coches con que cuenta en la actualidad.

Sumando los faltantes calculados para ambas líneas a fin de cumplir con las estipulaciones de los pliegos, sería necesaria la incorporación de otros 13 trolebuses (6 para la Línea “Q” y 7 para la “K”) aparte de las 12 unidades contratadas con la empresa rusa.

En este sentido, Toniolli remarcó que “hay un hueco de 33 unidades faltantes para que las dos líneas de troles que van a operar de aquí en más presten un servicio acorde a los estándares que exige el nuevo sistema según la normativa que lo regula, y a la fecha la Municipalidad no ha aclarado como será cubierto ese faltante o si hay un plan de inversiones orientado a hacerlo”.

Linea K, con buena frecuencia pero sin acceso adaptado

En la actualidad, la “K” es una de las principales líneas del transporte urbano local ofreciendo las mejores frecuencias del Sistema -6 minutos en horarios de mayor demanda en temporada de invierno y 7 en la de verano- así como una excelente cobertura durante el resto de cada jornada y un satisfactorio servicio nocturno permanente y durante los fines de semana y días feriados

Asimismo, dentro de los incumplimientos, destacó el edil que «si nos remitimos a la nueva exigencia de que el 100% de las unidades de la totalidad de las líneas del TUP deben ser adaptadas para permitir el acceso de personas con movilidad restringida, se deben reemplazar íntegramente las 20 unidades hoy operativas de la K, que – a pesar de prestar las mejores frecuencias y coberturas en comparación con el resto del sistema – en ningún caso permiten el acceso de personas con discapacidades motrices”.