Un estudio online que lanzó el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) a partir de julio demostró que la gente continúa prefiriendo la carne vacuna sobre las alternativas y productos procesados.

El estudio demostró que si los consumidores tuvieran mil pesos para gastar en distintos tipos de carne, 3 de cada 10 adquirirían vacuna, es decir 313 pesos, mientras que 239 pesos pagarían pollo, un 30 % se reparte entre pescado y cerdo y un 15% en productos procesados como hamburguesas y patitas de pollo.

El dato sobre las preferencias de los consumidores los reveló a Noticias Argentinas Adrián Bifaretti, jefe del Departamento de Promoción Interna del IPCVA.

Bifaretti disertó en el seminario «Diagnóstico y propuestas para el desarrollo de la cadena de ganados y carne vacuna en el NOA», seminario regional del IPCVA, en el marco de la exposición rural de Tucumán en la localidad de Yerbabuena.

Explicó también a Noticias Argentinas que «en la coyuntura están viendo una estabilización de precios (de las carnes) a nivel de mercado interno en Capital Federal, Amba y las principales ciudades del interior que es donde el Instituto releva precios».

También relevaron que en un escenario de proceso inflacionario del 10 por ciento mensual hipotético, «la gente que se pasa a carnes alternativas como pollo y cerdo son un 16 por ciento y dejaría de comer carne vacuna».

«Mientras que en un escenario de inflación de 30 por ciento, nosotros vimos en el estudio que la gente que se pasa a pollo o cerdo es del 30 % de la población que se va a carnes alternativas», expresó a Noticias Argentinas.

En este escenario inflacionario las personas que no comerían carne directamente es del 10 por ciento.

«La buena noticias es que ante una baja de inflación, un 40 por ciento, 4 de cada diez argentinos, manifiesta que compraría mayor cantidad de carne vacuna», manifestó el especialista.

Agregó que «en un contexto donde tenemos un proceso lento, pero gradual de recomposición de stocks vacunos, donde ha crecido la oferta de carne si se compara enero-agosto respecto del mismo período en 2016, hay un 8 por ciento más carne, si el consumidor está diciendo que va a comer más carne es una buena señal».