El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el opositor Julio Borges, afirmó hoy que «no hay ni está planteado ningún diálogo» con el gobierno de Nicolás Maduro, tras descartar cualquier posible reunión con los acompañantes internacionales.

«Quieren usar el diálogo para lavarse la cara. Quiero ser muy claro en eso, ahorita no está planteado ningún diálogo, lo único que está planteado es que el gobierno cumpla las cosas que se han venido comprometiendo desde el año pasado y no han cumplido», afirmó.

Agregó que «no está planteada ninguna reunión» con el ex jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero «ni con los mediadores».

La respuesta de Borges se produjo luego de una reunión que Maduro mantuvo ayer con el Nuncio Apostólico, Aldo Giordano, delegado del Vaticano para promover el diálogo político entre el chavismo y la oposición.

Anteriormente, el mandatario también sostuvo un encuentro con Rodríguez Zapatero con miras a reactivar las conversaciones que se mantiene paralizadas desde fines de 2016.

El parlamentario negó que dirigentes opositores se hayan acercado al chavismo para pedir restablecer el diálogo, tal como lo aseguró Maduro, reportó ANSA.

«El Gobierno lo que quiere es tapar la realidad y privarnos que nosotros le podamos decir al mundo entero lo que está pasando en Venezuela. Es bastante lamentable que el Ejecutivo no acepte la ayuda que quiere brindar Brasil y Colombia para que los venezolanos tengan comida y medicinas», sentenció Borges.

En este sentido, destacó que el gobierno ha tomado una decisión de «no querer elecciones» y toda Venezuela tiene que centrarse en que se realicen los comicios tanto de gobernadores como de alcaldes que el CNE (consejo electoral) programó para este año».

El poder electoral pautó para el primer semestre de 2017 los comicios regionales que debieron realizarse, de acuerdo con la Constitución, en diciembre pasado; y las municipales para finales de año.

Borges insistió en que la realización de esos comicios servirán para cambiar el rumbo de «caos y de miseria» que hay en el país.

«En Venezuela en este momento quien tiene la pelota del lado de su cancha es el gobierno y tiene que cumplir los compromisos que adquirió», enfatizó.

El diálogo que comenzó en octubre pasado con el auspicio del Vaticano y la Unión de la Naciones Suramericanas (Unasur) fue congelado el 6 de diciembre por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que acusó al gobierno de incumplir lo pactado.

La MUD exige al oficialismo elecciones este año, apertura del canal humanitario para que ingresen medicinas y alimentos que escasean en el país, respetar al Parlamento de mayoría opositora y liberar a todos los llamados «presos políticos», entre ellos el más emblemático, Leopoldo López.