Con la presencia de los referentes de las tres CGT, finalizó esta tarde el plenario en el que se ratificó el triunvirato para la unidad y se lanzaron varias críticas contra las políticas del Gobierno.

El encuentro terminó con la lectura de un documento elaborado por la CGT con críticas al «tarifazo, la inflación y la pérdida de empleo», que fue leído por uno de los integrantes del futuro triunvirato, Juan Carlos Schmidt.

Esto sirvió como antesala del congreso normalizador del 22 de agosto próximo, en el que será presentada la nueva conducción tripartita que completarán Héctor Dáer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio).

Al inicio del acto, el líder de Camioneros y titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, celebró la participación de los 157 sindicatos presentes y advirtió que insistirá «con aquellas organizaciones sindicales que no interpretan que son momentos para estar unidos» con el fin de «resolver los problemas del país».

En titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, recpmendó que en la futura central obrera «tenemos que estar todos juntos», «dejar de lado roscas estúpidas e imponer nada». «El 22 tiene que ser una fiesta y un ejemplo, y que nadie quiera llevar barras. Nadie es más guapo que el otro por llevar uno o dos más (personas). El objetivo fundamental tiene que ser defender a los trabajadores», afirmó.

Barrionuevo convocó hacia la «búsqueda de esa unidad monolítica para defender nuestro modelo» sindical y pidió actuar «con muchísima inteligencia».

«Estamos ante un gobierno que es débil, los yuppies y CEO nos decían que iban a resolver los problemas. Vamos a llegar al año de gestión en las que tomaron medidas y las retrotrajeron, mientras decían que estaban aprendiendo. Espero que hagan una carrera rápida de aprendizaje, porque si no estamos todos jodidos», fustigó el dirigente gastronómico, quien clamó por «humildad» al Gobierno frente a los errores cometidos.

A su hora, el conductor de la CGT oficial, Antonio Caló, pidió que la tarea de esta etapa para el movimiento obrero es «defender la Ley de Contrato de Trabajo», ya que el gobierno nacional «viene por una reforma», además de impedir una mayor pérdida del empleo.

«Cada uno de nosotros tiene que ser un soldado. El país necesita la unidad del movimiento obrero», planteó Caló, al tiempo que advirtió que son los dirigentes «los que están fragmentados», y no los trabajadores.

Los llamados de atención de Moyano, Caló y Barrionuevo apuntaron al arco de dirigentes que se alejaron en las últimas semanas del proceso de unificación, como el titular de la Uatre, Gerónimo Venegas, y el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que propone a un único conductor cegetista en cabeza de Sergio Sasia, de la Unión Ferroviaria. Quien está en una situación intermedia es el secretario general de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, que insiste junto a un grupo de gremios aliados un lugar en la conducción de la confederación unificada, además del lanzamiento de un plan de lucha.