Por Santiago Fraga

Este jueves, la Cámara de Diputados de la Nación convirtió en ley el proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias, ascendiendo desde enero el mínimo no imponible a 37.000 pesos brutos para casados con dos hijos y a 27.941 pesos brutos para solteros.

Conclusión consultó con algunos de los sindicatos cuyos trabajadores más afectados se ven por el impuesto, y todos coincidieron en que la reforma es insuficiente, como así también en recordar la promesa de campaña del presidente Mauricio Macri, donde aseguró que ningún trabajador iba a pagar ganancias durante su gestión.

Para Matías Layús, secretario general de La Bancaria Rosario y referente del Movimiento Sindical Rosarino, la reforma “está muy por debajo de las expectativas”, ya que “es bastante inferior a lo que se había propuesto en la Cámara de Diputados por parte de la oposición”.

“Hay que ver cómo se plasma una vez conocido el proyecto para ver cómo impacta en los salarios, pero desde el vamos acá hay que recordarle a Macri que planteó que él iba a derogar el impuesto a las ganancias sobre el salario de los trabajadores”, recordó.

De igual modo, criticó que la medida tampoco grava la renta financiera ni la renta minera, puntos que estaban previstos aunque sea de forma parcial en el proyecto de diputados. “Se sigue gobernando para los intereses más poderosos del país”, sostuvo.

Hoy día, en el gremio bancario más del 75% de los trabajadores pagan ganancias, y “como parece venir el año que viene, posiblemente la misma cifra se supere, porque esto va a estar congelado hasta el año 2018”.

Por su parte, Alberto Botto, secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, concordó en que la ley “es totalmente insuficiente”, y dijo que “si el (proyecto) de Massa era insuficiente por la promesa que había hecho el presidente que durante su gestión ningún trabajador iba a pagar ganancias, este es más insuficiente aún”.

“Esto todavía es muy nuevo, hay alguna letra fina que todavía tenemos que estudiar para tener bien en claro cuál es el alcance, pero es un proyecto totalmente insuficiente y que no cubre para nada las expectativas que nosotros teníamos. Nuevamente los trabajadores hemos sido postergados en nuestros derechos y hemos sido víctimas de un incumplimiento más de este gobierno que tiene una enorme insensibilidad para con los trabajadores”, afirmó Botto.

El mínimo no imponible y la cláusula de ajuste automático a partir de 2018 y no 2017, con la que “quieren obligar a ponerle techo a las paritarias y a ser medidos”, son para Botto dos de los puntos más controversiales, de lo que es “un proyecto que vulnera el derecho de los trabajadores”.

Sergio Aladio, secretario general de Camioneros en la provincia de Santa Fe, calificó la reforma como “un pequeño paliativo a la necesidad de los trabajadores”.

El referente a nivel provincial de dicho sindicato también recordó la promesa de campaña de Macri, criticando que hoy siguen “negociando aumentos de tablitas y escalitas que en algún momento los trabajadores lo tienen que abonar”. “Nosotros decimos que es un paliativo, antes lo hacían por un decreto, ahora por modificaciones de congreso”, agregó Aladio.

“Lo que hay que reformar es, directamente, la ley de que porqué el trabajador paga más allá de que gane más de 35 mil pesos, porque hoy un trabajador con los índices de aumento que hay supera ampliamente ese monto; un camionero gana más de 50 mil pesos por mes, entonces seguimos en lo mismo, lo que antes se hacía por decreto ahora se regula a través de las cámaras de diputados y senadores”, apuntó el secretario general, quien dijo finalmente que “no es lo que corresponde” y que “la financiación tendría que ser de otro lugar, no del lado de los trabajadores”.