Paraguay anunció hoy que están «congeladas» sus relaciones diplomáticas con Venezuela, luego de los entredichos surgidos en el marco de la puja por la presidencia semestral del Mercosur.

Ese congelamiento implica que el embajador paraguayo en Caracas permanecerá en Asunción, en señal de «disconformidad» con los términos que uso el gobierno de Nicolás Maduro contra Argentina, Brasil y Paraguay, los socios del Mercosur que se oponen a la presidencia de Venezuela.

«Venezuela debería mirarse al espejo. Usan un lenguaje provocativo en el que nosotros no vamos a caer», dijo el canciller paraguayo, Eladio Loizaga a una radio de Asunción.

El diplomático sugirió que puede tomar nuevas medidas con impacto en su relación con Venezuela. «Nuestra actitud va a ser siempre la misma y si hay que ser más fuerte lo vamos a ser», advirtió.

Maduro denunció semanas atrás que Argentina, Brasil y Paraguay han construido una nueva «triple alianza» de ultraderecha para resistir a la presidencia venezolana del Mercosur, en una estrategia dictada desde Washington.

La declaración de Maduro fue tomada como una ofensa por el gobierno del presidente paraguayo, Horacio Cartes, el que con mayor vigor se opuso a que Venezuela ejerza la presidencia del bloque, como le correspondía por los estatutos en este semestre.

Venezuela asumió la conducción de manera automática y unilateral, pero sin el reconocimiento de sus socios y sin que mediara un acto de traspaso formal de la presidencia, que estaba en manos de Uruguay.

Loizaga dijo que Paraguay no asistirá a ninguna reunión del Mercosur que convoque Caracas, a la vez que llamó a consultas a su embajador en Venezuela, Enrique Jara, y lo mantendrá en Asunción mientras dure el congelamiento de las relaciones.