Los bonos argentinos tuvieron otra jornada de pérdidas en sus operaciones en Nueva York. El malhumor del mercado no sólo golpeó a los títulos que emite Luis Caputo, sino que la caída fue generalizada arrastrando a los bonos provinciales y corporativos.

Los títulos públicos del país vienen en picada (gradual) debido a que las tasas en EEUU están subiendo y este martes superaron el 2,72% a 10 años, lo que presagia que se encarecerá toda la curva de rendimientos para los países emergentes. «Los rendimientos de los bonos del Tesoro continuaron subiendo y siguen pesando sobre los precios de los bonos argentinos«, reseñó Grupo SBS.

Esto es negativo para el país ya que al momento de emitir deuda el mercado le pedirá más tasas para compensar. Y a los bonos que ya circulan en el mercado, lo que sucede es una baja de precios para ajustar al alza el rendimiento actual. Movimiento de manual.

Además, algo particular de la jornada fue que los inversores tomaron recaudos adicionales ya no sólo por el aumento de la volatilidad en el mercado global de acciones y bonos, sino debido a que esperaban el discurso de Donald Trump acerca del «State of the Union».

Como si no fuera poco, hoy se conocerá si la Reserva Federal (como se espera) mantiene las tasas de referencia. Será la última reunión con Janet Yellen como presidente. «Esta tasa es la que habitualmente usan los emergentes cuando salen a tomar deuda, como es el caso de nuestro país. El hecho que sigue aumentando podría encarecer las futuras emisiones de deuda. De ahí la nueva caída que evidenciaron las paridades de los bonos en dólares de largo plazo», confirmó Eduardo Fernández, de Rava Sociedad de Bolsa.

Sea como fuere, la deuda local perdió el martes hasta 2,3% en la Gran Manzana, liderado por el derrape de los cupones atados al PBI. Estos instrumentos estuvieron demandados hace algunos meses por la expectativa que la economía crecería más del 3% en 2017, algo que ahora luce virtualmente inalcanzable.

Debido a que los cupones pagan si la economía crece por encima de ese umbral, los últimos datos del año pasado correspondientes al nivel de actividad decepcionaron a los inversores.

Ahora, es poco probable que se supere el 3% y por eso no habrá pago extra por los cupones este diciembre (siempre se abona un año después por el crecimiento del período anterior).

Pero si bien los warrants lideraron los rojos, otros bonos del Gobierno no escaparon de la tendencia generalizada: el Global 2048 perdió 1,70%, el famoso bono a 100 años (vence en 2117) cayó 1,2% y el Discount anotó un recorte de 0,90%.

Entre los títulos provinciales, los que peor la pasaron fueron los de la Provincia de Buenos Aires con pérdidas del 1% promedio. Las emisiones de Salta con vencimiento en 2024 cedieron 0,90% mientras que el título de la Ciudad de Buenos Aires al 2027 se depreció 0,70%.

 Para Sabrina Corujo, Directora de Portfolio Personal, una variable relevante –y no propia a la Argentina- a monitorear de corto plazo será la volatilidad de la tasa de interés americana. Más específicamente, que tan gradual o no sea el movimiento esperado al alza.

«Considerada la tasa libre de riesgo, y que sirve de base para el cálculo del rendimiento exigido para nuestra deuda, cualquier salto abrupto termina lógicamente afectando la cotización de los títulos«, dice la analista.

De hecho, parte de la suba reciente (de 2,4% a 2.7% anual para el Treasury a 10 años), sumado a los ruidos locales, es lo que explica la reciente debilidad de la curva de rendimiento de los bonos argentinos.

«Dada la reciente suba de la tasa norteamericana alcanzando 2,7% recomendamos acortar duration para aquellos posicionados en la curva media-larga y larga», dice un reciente reporte de Balanz Capital.

En materia de inversiones, y dado el nuevo esquema en donde los bonos pagan más rendimiento (pero con más riesgos), recomiendan mantener posiciones en el Bonar 2024 que actualmente con un rendimiento de 4,96% y en el Bonar 2020 que ofrece 4,49% de tasa. Achicar el plazo de las inversiones pareciera ser la forma de protegerse ante la incertidumbre que viene del norte.