El presidente de Brasil, Michel Temer, fue repudiado por un pequeño grupo de manifestantes a su llegada a Nueva York, donde mañana abrirá la Asamblea General de la ONU, luego de que Dilma Roussef fuera destituida del cargo el 31 de agosto pasado.

«Fuera Temer» y «Golpe de Estado en Brasil» fueron las pancartas que portaban unos 30 manifestantes que esperaron al gobernante frente al Hotel Plaza Athenee, donde estará hospedado en la visita de tres días a Nueva York.

De acuerdo a lo anunciado por la prensa local, Temer estudia no hablar del juicio político contra Rousseff y la crisis política y sí reivindicar reformas económicas.

En cuanto a su presentación en la ONU, el de Temer será el primer discurso, ya que tradicionalmente Brasil abre las sesiones de la Asamblea General. Asimismo, será su segunda exposición internacional como mandatario confirmado tras la caída de Rousseff, luego de su participación en el G-20 de China.

Según el Palacio del Planalto, hasta el momento Temer ha marcado un encuentro con el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, único socio del Mercosur que criticó y condenó el juicio político que destituyó a Rousseff.

El gobierno de Temer quiere tener participación relevante en la reunión sobre inmigración que coordinará el presidente Barack Obama y el secretario general de la ONU y en otra sobre la ratificación brasileña del Acuerdo de París sobre el cambio climático.

La agenda de Temer incluye reunión con 20 CEOs de empresas de gran porte de Estados Unidos y un almuerzo con agentes del mercado financiero, incluidos representantes de las agencias de calificación de riesgo que en 2015 le rebajaron la nota crediticia a Brasil, que transita por una recesión desde hace más de un año.