La llegada de las casas chinas causa gran preocupación en el sector de la construcción. Es que desde el Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires aseguraron que la llegada de las prefabricadas “tendrán un impacto negativo en la generación de empleo” en ese sector.

Los profesionales desaconsejaron el uso de viviendas prefabricadas en complejos habitacionales y aseveraron que “no son aptas para la reurbanización de villas, para atender la demanda del ProCreAr, ni para el completamiento de los vacíos urbanos que demandan densidades medias”.

Es evidente que estas decisiones representarán pérdidas de puestos de trabajo de obreros, técnicos y profesionales nacionales y empujarán al cierre de las innumerables empresas productoras de insumos en tiempos en que decrecen los niveles del empleo y la producción”, dice el documento.

Vale recordar que el financiamiento para la adquisición de las prefabricadas forma parte de un acuerdo alcanzado por el presidente Mauricio Macri con su par chino XI Jinping en su visita a Beijing, y sería a través de un crédito del Banco de Desarrollo del gigante asiático, que podría extenderse hasta los 1000 millones de dólares.

Además, según manifestaron, la otra duda que genera la llegada de las primeras 15 mil viviendas es la calidad de vida que pueden ofrecer en torno a los estándares vigentes en la legislación argentina.