Cada 23 de enero se festeja el día del músico y la música en nuestro país, establecido por la ley 27.106 desde el año 2015, en conmemoración del nacimiento de Luis Alberto Spinetta, rockero, compositor, intérprete y referente de la música popular argentina.

Este sexto festejo y recordatorio desde que se estableció la fecha, encuentra a los trabajadores de la música posicionados en un escenario muy particular, acá y en todo el mundo, debido a las restricciones que se han impuesto por la pandemia del coronavirus.

De hecho, uno de los sectores más afectados por la cuarentena y los protocolos fue el de los shows en vivo que realizaban los artistas, para no solo mostrar y exponer su arte, sino producir y generar ingresos económicos que les permitan subsistir y sostener proyectos culturales.

En relación a esta realidad, Conclusión entrevistó a Esteban Agatiello, músico y abogado especializado en derechos intelectuales, quien se refirió a las repercusiones que tuvo este «hackeo» a la música en pandemia y el horizonte que se avizora.

«La reflexión que nos cabe en estos últimos tiempos, es que hubo un momento que parecía que nadie iba a pagar por la música grabada y un momento que tal vez comúnmente se le llama ‘los años de Napster’; sin embargo eso ocurrió, o sea se volvió a pagar por la música grabada», dijo.

Con respecto al futuro del trabajo de los artistas musicales, Agatiello aseveró que está «convencido» de que la música va a volver y «con muchísima más fuerza».

«Estamos en este período que pareciera -uno siempre está en la duda si va a volver o cuando va a volver la normalidad-, pero los que si quedaron y si demostraron que subsistieron fueron los derechos intelectuales», puntualizó el experto asesor de músicos en lo referido a su propiedad intelectual.

Para el defensor de los derechos de los artistas este es un punto fundamental, de reflexión, en la vida y en la carrera de los músicos.

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«Más allá de tocar, más allá de grabar, lo que tenemos que hacer nosotros como músicos y músicas es justamente plantearnos preservar los derechos intelectuales, es lo esencial. Tanto que ahora hemos visto, por ejemplo, nos hemos enterado en distintas noticias que Bob Dylan ha cedido parte de los derechos, Shakira, Neil Young, grupos como Blondie, entre otros, porque es el futuro de cada uno de los artistas», reveló.

El abogado agregó: «Es el presente y lo que viene en esta situación de protección, justamente los derechos intelectuales nacen para proteger de los contratos, de la difusión sin paga y demás al eslabón más débil, que es siempre el artista. En un bar cobran todos: barman, mozo, el dueño del lugar… todos menos el artista».

Por eso, Agatiello hace hincapié en que «los derechos intelectuales lo que hacen es compensar todas esas faltas, para que justamente el artista cobre».

En ese sentido, consideró: «Más que nunca tenemos que seguir con los derechos intelectuales, protegerlos, trabajarlos, es una de las principales fuentes de recursos económicos para los artistas».

Dentro del marco festivo que tiene el día, el letrado también aconsejó: «El artista debe tener conocimiento de los derechos intelectuales. El conocimiento es fundamental, para luego ejercerlo y saber lo que uno puede ceder o no, lo que uno tiene derecho a cobrar o no. Esto es fundamental».

Por último, remarcó las acciones que deben seguir adelante aquellos músicos que comprenden que los derechos son para hacer valer y respetar su trabajo.

«Entonces, hay que registrarse por estos tres derechos: el derecho de autoría, el derecho de interpretación y el derecho de producción fonográfica. Tres derechos que, si uno es compositor se tiene que registrar en SADAIC, si uno es interprete en AADI y productor fonográfico en CAPIF. Los tres derechos porque son nuestros, porque nuestra Constitución lo dice, porque nuestras leyes lo dicen, porque los tratados internacionales y los convenios internacionales también lo dicen, y son derechos reconocidos mundialmente», concluyó el músico y abogado.