En el texto de la norma se expone que la medida está orientada al “mejoramiento de los niveles de inversión y empleo, en especial en zonas urbanas y respecto de sectores jóvenes de la sociedad”. La propuesta original surgió de la Asociación Empleados de Comercio de Rosario.
En el marco del conflicto que ya lleva casi dos meses sin respuesta, los trabajadores piden al gobernador Perotti que los reciba y tome cartas en el asunto y reclaman que no se criminalice la protesta llevando ante la justicia penal una controversia laboral.
Mientras transcurren más de 40 días de acampe frente a la empresa, los manifestantes denunciaron que su titular, Martín Stauffer, busca la “represión” y la “criminalización” de las acciones de lucha. Piden hablar con el ministro de Trabajo Roberto Sukerman y con el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
Acompañados por la Asociación Empleados de Comercio, los telemarketers resolvieron seguir con su reclamo ante el incumplimiento de la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo.
Luego de participar de la misma, desde la Asociación Empleados de Comercio (AEC) de Rosario, ratificaron que “son falsos los argumentos que esa empresa esgrimió en una nota para anunciar su cierre y, consecuentemente, el despido de sus 301 trabajadores”.
En movilización con la Asociación Empleados de Comercio, denunciaron que las empresas se hagan cargo de los costos materiales que implica la nueva modalidad del home-office.
Lo resolvió la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo a cargo de los jueces Graciela Craig y Luis Raffaghelli, al devolver la representación gremial a la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios.
Así se decidió tras la audiencia virtual entre la Asociación Empleados de Comercio Rosario, el Ministerio de Trabajo y la empresa en cuestión, que pasan a cuarto intermedio con conciliación voluntaria.
Según la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la empresa quiere tercerizar el área y por eso llevando adelante una medida de fuerza por tiempo indeterminado.
Los empleados que se quedan sin trabajo son en su mayoría jóvenes, tal cual es el perfil de los trabajadores de la actividad y muchos de ellos tienen hasta 9 años de antigüedad en sus tareas.
Según informó un especialista, el avance tecnológico destruirá la mano de obra humana que atiende los "call centers".