Su elección se produjo luego de que el primer ministro saliente Yoshihide Suga, quien presentó su renuncia durante la mañana del lunes, anunció que no volvería a aspirar a ser líder del Partido Liberal Democrático (PLD) tras solo un año en el cargo.
El representante permanente del país asiático ante las Naciones Unidas, Kim Song, consideró que la postura de Washington es la “expresión más clara en sus amenazas militares” contra Pyongyang y que “no es en absoluto abstracta”.
Con este ensayo, este país expone ser el séptimo país del mundo en poseer esta tecnología de avanzada y con ello se abren interrogantes sobre una carrera armamentística en la región. Más temprano, Corea del Norte había lanzado dos misiles balísticos de corto alcance.
Según algunos analistas, esta arma representa un avance importante en la tecnología bélica norcoreana que aumenta su capacidad de evitar los sistemas de defensa. El ejército de Estados Unidos lo consideró una amenaza para sus vecinos del sur y otros países vecinos.
La amenaza de activistas surcoreanos de enviar panfletos contra Corea del Norte al otro lado de la frontera fue la razón del Gobierno de Kim Jong-un para cortar todas las comunicaciones oficiales en junio del año pasado.
Los líderes de ambos países, Xi Jinping y Kim Jong Un, intercambiaron felicitaciones al cumplirse 60 años del Tratado de Amistad, Cooperación y Ayuda Mutua y destacaron el trabajo conjunto para defender la paz y la estabilidad en el mundo.
El presidente de Estados Unidos habló ante las dos cámaras del Congreso y afirmó que su objetivo sigue siendo “la completa desnuclearización de la península coreana”, una declaración que fue fuertemente rechazada por las autoridades de Corea del Norte.
El país del norte y el del sur, acérrimos rivales diplomáticos, dejaron sus diferencias de lado en pos del deporte y postularon a sus capitales, Pyongyang y Seúl, ante el Comité Olímpico Internacional en busca de albergar el gran evento.
Los proyectiles volaron alrededor de 450 kilómetros con una altitud de 60 kilómetros antes de caer en el Mar de Japón. Según un comunicado del país nipón, el hecho "amenaza la paz y la seguridad de Japón y la región circundante".
Las potencias se están rearmando para proteger sus intereses en todo el universo bañado por las aguas del Océano Pacífico. Según lo publicado en los últimos tiempos, China, Estados Unidos, Rusia, Japón, las dos Coreas, Gran Bretaña y Francia, aumentan su armamento.
Corea del Norte redobló la apuesta después de haber volado esta semana la oficina de enlace entre los dos países y anunció que volverá a utilizar “todo tipo de ejercicios militares” en dos áreas fronterizas que están desmilitarizadas.
Pyongyang ya había amenazado hace unos días con destruir esta simbólica oficina en medio de una subida de tono contra Seúl gatillada por el envío de globos con propaganda contraria al gobierno comunista por parte de activistas desde el Sur.