Los manifestantes arrojaron bombas molotov y piedras a los agentes del orden y a un edificio oficial. Después de los disturbios la policía separó a los involucrados, prometió que se informará de la situación en 30 días y dispuso un toque de queda.
Tanto en Ciudad del Este como en otras localidades -entre ellas, Minga Guazu y Hernandarias-, los manifestantes salieron a las calles poco después de que el ministro de Salud Pública y Bienestar Social, Julio Mazzoleni, anunciara el regreso al confinamiento en Alto Paraná.
Las autoridades decretaron el toque de queda nocturno en un total de 25 ciudades de 16 estados de EEUU, entre ellas Minneapolis, epicentro de las manifestaciones tras el brutal asesinato de George Floyd por parte de la policía.
El motivo central de la movilización es el repunte de la violencia en varias regiones del país, donde en las tres semanas que van de año han sido asesinados alrededor de veinte líderes sociales.
Las manifestaciones también se habían desplegado a lo largo de la Nochebuena, jornada que dejó más de un centenar de detenidos y al menos 25 heridos.
En el medio de los enfrentamientos entre manifestantes y la policía, un equipo periodístico fue agredido.
Estas protestas son el mayor desafío al que se enfrentan las autoridades de Beijing en Hong Kong desde la Revolución de los Paraguas de 2014.
La seccional cordobesa de Luz y Fuerza protestaba por actualización salarial cuando la policía local reprimió. Hay heridos y 12 detenidos, entre ellos Héctor Tosco, hijo de Agustín Tosco. También lastimaron a trabajadores de prensa.
La nueva protesta en la terminal aeroportuaria -una de los más activas del mundo- se produce en momentos en que Beijing eleva el tono de las advertencias y envía nuevas señales de que las diez semanas de disturbios deben terminar.
Los manifestantes veganos entraron en la pista y fueron echados por los gauchos a caballo, que les quitaron los carteles a favor de los derechos de los animales y los arrinconaron para que dejaran el lugar.
Días atrás una manifestación gigantesca, de un millón de personas según los organizadores, pidió la supresión de la ley que, según sus detractores, dejaría a la población a merced del sistema judicial de China continental, opaco y bajo influencia del Partido Comunista.
Los enfrentamientos fueron entre la policía y grupos opositores al presidente de Indonesia, Joko Widodo, luego de que se anunciara la reelección del mandatario.