La protesta de los empleados del servicio más utilizado por los londinenses complicó los traslados en la capital británica.
Las autoridades turcas dieron con un ciudadano uzbeco, quien sería el responsable del atentado que dejó 39 muertos en un boliche de la capital durante la noche de año nuevo.
Las bajas temperaturas, que alcanzaron hasta los 30 grados bajo cero en algunos países, paralizaron los sistemas de transporte y provocaron la cancelación de vuelos en gran parte del continente.
Las víctimas se registraron en Polonia y República Checa. Distintas ciudades se cubrieron de blanco y las personas se refugian en sus hogares para soportar las bajas temperaturas.
El balance de víctimas podría agravarse el fin de semana ya que la temperatura permanecerá por debajo de -20º C. La policía pidió a la población que permaneciera alerta y que reaccione si halla personas amenazadas de hipotermia
Unos 4.000 soldados y 87 tanques estadounidenses serán trasladados a países europeos para demostrar compromiso ante la eventual amenaza rusa sobre sus vecinos de Europa Oriental.
Las víctimas, muy pobres y "muy jóvenes", eran contactadas en Nigeria, y llegaban a Europa pasando por Níger, Libia e Italia, según el comunicado de la policía.
Los servicios de seguridad del Reino Unido ya se preparan para responder a un ataque de este tipo que causaría un gran número de víctimas, lo ha confirmado el ministro, Ben Wallace.
Líderes europeos catalogaron de “inhumano” el ataque terrorista perpetrado en la madrugada del primer día del año, en el que murieron al menos 39 personas. El gobierno argentino transmitió sus "condolencias" al pueblo turco.
Bélgica, que en marzo de este año padeció un doble atentado suicida contra la red de subterráneos y el aeropuerto de Bruselas, con 32 víctimas mortales, mantiene patrullas que vigilan el mercado navideño de su capital, sede de la Unión Europea.
Argentina es el segundo país con mayor número de animales con 21 millones de mascotas en todo el territorio. En todo el mundo hay más de mil millones de mascotas.
Más allá de que el viejo continente se encuentre en estado de máxima tensión, esto no impide que los parisinos se vuelquen a los centros comerciales y a los mercados navideños. Por Carlos Duclos.