Las precipitaciones ya alcanzaron, con especial fuerza, la zona norte y los municipios aledaños de la región metropolitana, donde se concentraron los decesos, fruto de los deslizamientos, ahogamientos y algunas electrocuciones.
Intensas lluvias azotan desde el jueves la región de Kalehe, en la provincia de Kivu del Sur, lo que provocó el desbordamiento de ríos y deslaves que arrasaron las aldeas de Bushushu y Nyamukubi, generando cientos de muertes.
La cifra de fallecidos ascendió a 25, y hasta el momento se registraron 53 heridos y seis desaparecidos. Los rescatistas, militares y bomberos continúan trabajando en el barrio La Gasca. Especialista indican que las fuertes lluvias registradas en la zona podrían ser la causante de este desastre natural.
El alerta rige para toda la región, pero llama a prestar especial atención en Rosario, sobre todo en la madrugada del sábado, donde se recomienda evitar traslados.
El portavoz del Gobierno dijo que hay un amplio despliegue en el territorio de altas autoridades del Estado venezolano, que incluye a varios ministros y jefes militares, quienes dirigen personalmente las operaciones de salvamento.
El gobernador de Chaco, Domingo Peppo indicó que "hacía 30 años que no teníamos ese nivel de precipitaciones en Resistencia, y posteriormente eso se trasladó al interior de la provincia, a las zonas productivas y hoy hay aún 20 municipios que siguen en emergencia”.
“Tenemos condiciones de humedad muy por encima de lo normal, esto es lo que produce el fenómeno del niño que nos aporta una inmensa cantidad de vapor de agua para nuestra región” sentenció el meteorólogo Oscar Monjelat en diálogo con Conclusión.
Las muertes, todas por ahogamiento, ocurrieron en las centrales provincias de Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Villa Clara, así como en las occidentales Matanzas y Pinar del Río, todas castigadas por fuertes lluvias en la semana que finaliza.
Fuertes lluvias azotan desde hace dos días el sur de Haití por lo que varias rutas y caminos de acceso se encuentran cortados. Hay riesgo de crecida de ríos y deslizamientos de tierra.
Se pronostica un fenómeno de mucha intensidad ubicándose dentro de los cuatro más fuertes de los últimos 65 años. Se esperan fuertes precipitaciones y con ello la posibilidad de inundaciones.