Después de una fuerte escalada de la violencia el fin de semana, las protestas se tornaron más calmas en los últimos días por temor a que el gobierno posponga las elecciones bajo el pretexto de la violencia.
Mientras que en Hong Kong crecen los conflictos y miles de personas salen a las calles a manifestarse, Estados Unidos acusa a China de de reprimir las protestas.
El agresor solicitó una foto al legislador Junius Ho y, con la excusa de sacar el celular de su bolso para hacerla, extrajo un objeto punzante con el que apuñaló al diputado.
Beijing llamó a Estados Unidos "a evaluar de manera clara la situación y dejar de entrometerse en los asuntos internos de Hong Kong y de China antes de caer por el precipicio".
Las protestas comenzaron en junio a raíz de una propuesta de ley de extradición y los reclamos mutaron hasta convertirse en un movimiento que busca mejorar la democracia de la isla.
El Secretario Jefe de Administración, Matthew Cheung, reveló en una rueda de prensa que de los 2.379 arrestados desde junio hasta la fecha, 750 tenían menos de 18 años de edad y 104 menos de 16.
El jefe de la Policía, Stephen Lo, defendió el accionar policial que provocó una lluvia de críticas por el uso de armas de fuego contra los manifestantes. Un estudiante de 18 años recibió un disparo a corta distancia en el pecho.
El imponente desfile incluyó camiones que transportaban misiles nucleares diseñados para evitar las defensas estadounidenses, aviones no tripulados de ataque supersónico y decenas de otras armas desarrolladas durante los últimos 20 años.
Se trata de la 5ª edición de la emblemática campaña prodemocrática de 2014 que inspiró la actual ola de protestas masivas en el centro financiero y que hoy culminó con enfrentamientos entre manifestantes y la Policía.
Las protestas tuvieron como objetivo los centro comerciales vinculados al operador ferroviario de la ciudad, al que los manifestantes señalan como responsables de la represión en anteriores movilizaciones.
En un comentario publicado en el periódico chino Global Times el analista Tiang Feilong señaló que las élites de Hong Kong "ven como una amenaza la educación patria y la formación sobre la política y la historia del país".
Tras casi cuatro meses consecutivos de manifestaciones, otra vez la protesta terminó con camiones hidrantes de la policía, nubes de gases lacrimógenos, bombas molotov y escenas minoritarias pero caóticas de persecuciones, agresiones y represión policial.