El bombardeo no solo produjo daños estructurales, sino que también causó muertes humanas incluida la de una niña de cinco años.
Esta fue la segunda explosión en golpear este viernes al país del sur de Asia. Horas antes, 50 personas murieron y más de medio centenar resultaron heridas por una explosión en la provincia suroccidental de Baluchistán.
La celebración está mayoritariamente aceptada en ese país asiático, aunque algunos la cuestionan por considerarla una invasión injustificada.
"Estas manifestaciones de racismo, xenofobia o cualquier acto de intolerancia relacionado no tienen lugar en Europa y es todavía más deplorable al haber ocurrido en medio de una celebración tan importante", agregó el comunicado del Servicio de Acción Exterior de Bruselas. La UE le pide tranquilidad a los países musulmanes.
Ninguno de los grupos islamistas que operan en esa parte del país reivindicó el atentado, que ocurrió el lunes durante las oraciones vespertinas en la ciudad capital de provincia, cerca de zonas fronterizas con Afganistán donde ha crecido la militancia extremista.
Parte del techo de la mezquita y de las murallas quedaron destruidas y de los escombros salían sobrevivientes ensangrentados.
Nadie se atribuyó el ataque en el que también falleció el hermano del pastor y donde 23 personas resultaron heridas. El autor se inmoló y murió en el acto junto con las otras personas.
El ministerio de Salud palestino informó que se trata de un hombre de 58 años que resultó "herido de gravedad en la cabeza por disparos". El ejército israelí dijo en un comunicado que varias personas fueron “alcanzadas”.
Ningún grupo se atribuyó el atentado del miércoles por la noche, el más reciente de una serie de ataques que han sacudido Afganistán desde que el movimiento islamista talibán retomó el Gobierno del país, hace un año.
El portavoz Zabihullah, Mujahid, dijo en Twitter que desde el Gobierno talibán condenan este crimen y expresan su “más sentido pésame por los fallecidos”. El hecho se produce un día después de dos ataques reivindicados por el Estado Islámico de los que resultaron 16 muertos.
Las autoridades locales difundieron imágenes de una cámara de vigilancia en las que se ve a un hombre, con un traje tradicional compuesto por unos pantalones anchos y una larga túnica, que es abatido por dos policías cuando entra en la mezquita.
Mientras transcurría la oración del día, un hombre perpetró el ataque. Luego de haber efectuado disparos a dos policías, ingresó al templo y aún no está claro si se detonó o colocó un artefacto y escapó.