El 3 de enero, atacantes suicidas se hicieron explotar, en la sureña ciudad de Kerman, cerca de la tumba del general Qasem Soleimani, responsable de las operaciones militares iraníes en Oriente Medio y asesinado por Estados Unidos en Irak el 3 de enero de 2020.
Los objetivos de la arremetida rusa y la magnitud de las agresiones no estaban claros de inmediato. Moscú no hizo comentarios al respecto. Hubo varias personas heridas.
Las relaciones entre las dos Coreas están en un momento de tensión no visto en décadas, después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, inscribiera en la Constitución la vocación del país como potencia nuclear, y probara varios misiles balísticos intercontinentales.
Según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, la información recopilada indica que el país asiático proporcionó recientemente sistemas de lanzamiento y varios misiles balísticos al Kremlin.
El Gobierno norcoreano también afirmó que aviones de reconocimiento estadounidenses violaron recientemente su espacio aéreo cerca de la costa oriental. Afirmó que Estados Unidos será “plenamente responsable si se produce cualquier situación inesperada".
Dos días después de la asunción como nuevo presidente surcoreano de Yoon Suk-yeol, quien se presenta más hostil que su predecesor hacia sus vecinos del norte. El jefe del Estado Mayor informó que los misiles apuntaron hacia el mar de Japón.
Expuestos en el diario El País de España, los documentos dan cuenta del rechazo a las demandas del Kremlin, principalmente la referida a “la no expansión del bloque militar” hacia el este. También revelan que están “abiertos al diálogo”.
Con este ensayo, este país expone ser el séptimo país del mundo en poseer esta tecnología de avanzada y con ello se abren interrogantes sobre una carrera armamentística en la región. Más temprano, Corea del Norte había lanzado dos misiles balísticos de corto alcance.
Según el comandante de la Fuerza Aérea del país asiático las pruebas tuvieron los resultados esperados al destruir “los objetivos predeterminados con gran precisión”.
Se trata de la cuarta prueba del régimen comunista en las últimas cinco semanas, en desafío a las advertencias de la ONU y a las amenazas de Estados Unidos de una posible respuesta militar.
La comunidad internacional sancionó el disparo de cuatro proyectiles por parte de Corea del Norte, los cuales cayeron cerca de la costa de Japón, e incrementaron la tensión que se respira en la Península coreana.
En otro sentido, desde Pyongyang anunciaron que liquidarán los activos de las empresas surcoreanas que todavía están instaladas en el país. También dijeron que tomarán “mediadas especiales” que no fueron mencionadas.