Según los relevamientos de consultora LCG en la primera semana de abril la suba de precio de alimentos y bebidas promedió 2,48% y la inflación promedio mensual se ubica en torno al 4,8%.
Los profesionales que integran el centro de estudios consideran "poco probable" que durante este año se respete la pauta inflacionaria del 60% que figura en el Presupuesto nacional.
El nuevo tope busca seguir la referencia que fijaron los recientes acuerdos firmados por el Ministerio de Economía en el marco del programa Precios Justos.
Un estudio detalla que solamente para cubrir las necesidades indispensables de alimento un hogar debe destinar como mínimo $81.806 y un adulto rosarino necesita $26.474 para no caer debajo de la línea de indigencia.
Según este relevamiento, la escalada inflacionaria acumuló una suba de 67,2% en los primeros nueve meses del año, el índice más grande para ese período desde 1991.
Según el relevamiento, los principales aumentos se registraron en los ítems vinculados a "Transporte y Combustibles"; "Recreación y Cultura" y "Alimentos y bebidas no alcohólicas".
El sector de almacenes, autoservicios y supermercados chinos no advierte un contexto de desabastecimiento, pero sí está en alerta por los incrementos registrados en los últimos quince días.
El relevamiento de Expectativas del Mercado que elabora el Banco Central estimó un incremento de 7,4% durante el séptimo mes del año.
Según el relevamiento, el alza acumulada en los primeros siete meses del año es la más grande desde 1991.
Los dueños de los supermercados deslindaron responsabilidad sobre lo que pasó en las góndolas, sugiriendo que se trató sólo de un traslado de mayores costos.
Los pequeños negocios registraron incrementos en la totalidad de los productos que comercializan y adelantaron que deberán trasladarlos a los clientes.
El estudio marca que un adulto necesitó 20.122 pesos para no caer debajo de la línea de la indigencia en el sexto mes del año.