A pesar de ser ampliamente conocido que el origen de las pastas proviene de la famosa Italia, existen indicios de que su origen fue, en realidad, en China, donde desde más de un milenio antes que los italianos, se preparaban fideos semejantes a los tallarines.

El origen del tallarín es muy discutido entre árabes, italianos y chinos, pero la primera referencia histórica de este plato fue escrita durante la Dinastía Han.

Según recientes investigaciones, en octubre de 2005 se descubrió el fideo más antiguo del mundo en Lajia (cultura Qijia) a lo largo del Río Amarillo en Qinghai, China. Según la investigación, data de una antigüedad de 4.000 años y fue elaborado con mijo.

Una de las versiones cuenta  que Marco Polo, en uno de sus viajes a Asia alrededor de 1295, se enfrentó a este singular plato. Dicen que le gustó tanto que lo llevó a Europa, donde se popularizó.

Por otra parte, plantean que los griegos utilizaban lo que hoy en día conocemos por pasta (hecha de harina de trigo, no de mijo como en China) desde hace mucho antes que los viajes de Marco Polo, según esta historia la verdadera pasta se creó en la antigua Grecia en los alrededores del año 1000 antes de Cristo.

En esta ocasión la receta que presentaremos es la de fideos caseros, que se pueden servir con una infinidad de variantes, que es lo que la hace mas interesante aun.

Ingredientes para 6 porciones:

  • 1/2kg de harina 000 (500gramos)
  • 5 huevos
  • 1 cucharadita de sal

Preparacion:

Poner los huevos en un bol y mezclarlos un poco. Mezclar la harina junto con la sal y luego ponerla sobre la mesa en forma de corona, en el centro poner los huevos mezclados.

Ir incorporando los huevos a la harina, trabajando con la punta de los dedos incorporando de esta forma, poco a poco, la harina hasta formar una masa. La consistencia de la masa debe ser algo dura.

Esta masa se logra en base a harina y huevo solamente, pero a veces la textura de la harina o el tamaño de los huevos no son los adecuados, necesitándose, en ese caso, agregarle apenas agua para terminar de tomar la masa.

Una vez lograda la masa comenzar a amasarla con las manos muy bien, ayudándose siempre con un poco de harina.

Continuar el amasado durante 10 minutos aproximadamente, doblando de vez en cuando los bordes de la masa hacia adentro.

Luego del amasado formar un bollo, alisarlo bien con las manos y dejarlo descansar 30 minutos cubierto con un paño.

De acuerdo a la práctica de cada uno, se puede extender, o bien toda junta o bien se puede dividir en dos o tres partes y estirarla cada una por separado.

Estirar la masa con el palote, espolvorear la mesa de trabajo con un poco de harina, apoyar la masa y aplastarla un poco con la palma de la mano para comenzar a extenderla con el palote en forma uniforme.

Estirar siempre desde el centro hacia los bordes, apoyando siempre el palote en el centro de la masa y dirigiéndolo hacia arriba y hacia abajo pero solo hasta la mitad de la masa. Una vez que se terminó de estirar se invierte la masa y se estira la masa restante.

Esta es la forma correcta de estirar la masa, al hacerlo evitamos que los bordes se contraigan quedando rápidamente pareja y lográndose con facilidad el espesor deseado.

Para los tallarines conviene estirarla lo más fina posible y una ver terminada dejarla orear durante un rato, alrededor de 15 minutos. Luego de oreada, se va doblando la masa cada 8 o 10 centímetros, de ambos extremos, espolvoreando todos los dobleces, con bastante harina para evitar que se peguen. Una vez terminada de doblar se cortan los fideos caseros.

Corte de la masa:

Tallarines finos. Si lo que queremos son fideos caseros finos los cortamos con una cuchilla afilada, lo más finos posibles aproximadamente de 2mm de ancho.

Tallarines más anchos. Para tallarines un poco más anchos, los cortamos el doble de ancho, que los tallarines finos. Aproximadamente 4 a 5mm.

Cintas. Para cortar las cintas se procede todo igual pero cortando las cintas de 1cm de ancho.

Cintas anchas o llamadas también parppadelli. Se cortan de 3 a 5 centímetros de ancho.

Una vez cortados de esta forma se podrán colgar fácilmente para que se oreen o se sequen. También se pueden acomodar sobre una mesa enharinada.

Si la mesa de trabajo no fuese de madera, cubrirla con un mantel enharinado y apoyar allí la pasta cortada.

Para cocinar la pasta poner en una olla 1 litro de agua por cada 100grs de pasta. Llevar al fuego tapada y dejar hasta que comience a hervir. Destapar la olla y agregarle sal gruesa a gusto.

Agregar la pasta en el momento de hervor bien fuerte, de a poco y con cuidado de no quemarse. Mover la pasta durante la cocción de vez en cuando, así evitamos que la pasta se amontone y se pegue, a su vez le permite moverse cambiando de lugar, para que su cocimiento se realice parejo. Dejar cocinar los tallarines hasta que estén cocidos pero al dente. Al dente quiere decir que al masticarlos están firmes pero no crudos.

Escurrirlos bien, condimentarlos a gusto y servirlos bien calientes