El secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), Pablo Micheli, aseguró este martes que la central reclamará aumentos salariales del 33 al 35 por ciento en las próximas negociaciones paritarias.

Micheli consideró «surrealista» la perspectiva de inflación de entre el 20 y 25 por ciento para este año y afirmó que los gremios estatales y privados administran otros índices en ese sentido.

«No se aceptará un aumento inferior a la pauta del 33 al 35 por ciento. Ese número empataría la situación del poder adquisitivo. No es viable convenir incrementos a la baja», puntualizó Micheli.

El sindicalista estatal añadió que al pretender discutir paritarias de manera «surrealista» y a partir de una inflación futura «se plantea en realidad que se acepten aumentos a la baja».

«De ninguna manera se puede convenir continuar perdiendo, porque ello ocurre desde hace ya algunos años», puntualizó el dirigente.

En ese contexto, Micheli reclamó un decreto de necesidad y urgencia que prohíba «los despidos por un año» y advirtió que si «las cesantías continúan la central obrera decidirá acciones gremiales para febrero o marzo próximo», concluyó el sindicalista.

«Ahí estamos hablando de empatar ni siquiera de ganar», fundamentó Micheli, quien cuestionó que el gobierno pretende que los sindicatos «aceptemos aumentos a la baja».

En este sentido, el gremialista reflexionó: «Cuando el gobierno sale con planteos como querer discutir paritarias de manera surrealista pensando en una inflación futura, que sería la de 2016, con un número que ellos consideran que va a llegar la inflación, cuando todas las consultoras privadas plantean una inflación mucho mayor, está planteando que aceptemos aumentos a la baja».

Micheli aseveró que «de ninguna manera vamos a aceptar seguir perdiendo, porque venimos perdiendo ya hace un par de años poder adquisitivo y (de) volver a firmar a la baja respecto a la inflación vamos a seguir acumulando pérdidas». En declaraciones radiales, alertó que «cada vez el poder adquisitivo es menor por la estampida de precios que se ha producido en los últimos días» y porque «no se resuelve el problema de los jubilados, no se resuelve el problema del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, los que no están abarcados por ese impuesto siguen ganando sueldos muy pobres, y sigue habiendo una precariedad laboral altísima».