“Las áreas protegidas son lugares para el ejercicio del derecho a un ambiente sano, destinados a la conservación de la biodiversidad y el disfrute. Pero cuando estos territorios se vuelven escenario en el que se violan derechos fundamentales de las personas, se invalida su legitimo propósito”, comienza diciendo el comunicado de los trabajadores de Parques y Paseos Nacionales.

Los empleados, nucleados en ATE, manifestaron su rechazo ante el asesinato de Rafael Nahuel en Villa Mascardi, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, al expresar que “no hay conservación de la biodiversidad posbible en territorios regados de sangre”.

“Manifestamos con profundo pesar nuestro enérgico repudio ante los hechos acontecidos los últimos días en Lago Mascardi, Parque Nacional Nahuel Huapi, que ocasionaran la represión a la comunidad Lof Lafken Winkul Mapu y el asesinato de Rafael Nahuel a manos de fuerzas de seguridad que intervinieron en el conflicto”, continuaron.

Luego, consideraron de “extrema gravedad la persecución, estigmatización al pueblo mapuche y el desenlace trágico con personas heridas y la pérdida de una vida”.

“Los parques nacionales cargan con una historia oscura que en ocasiones implicó el avasallamiento y la expulsión en territorios habitados por pobladores y comunidades originarias preexistentes a la creación de las áreas protegidas”, comentaron.

Además, afirmaron que “en la últimas décadas se inició una política de reconocimiento hacia los pueblos originarios que resalta el vínculo que mantienen las comunidades con el territorio”.

Por último detallaron que son numerosas las recomendaciones de organismos internacionales: la gestión de las áreas protegidas debe incorporar a las comunidades que las habitan y a su entorno, afianzando los vínculos en el marco de un enfoque de derechos.