La tensión bilateral desatada entre Japón y Corea del Sur, y que tuvo hasta ahora su punto de inflexión el pasado viernes cuando Tokio despojó a Seúl de su estatus de «socio comercial preferente», siguió escalando hoy cuando la aerolínea surcoreana Asiana, una de las dos mayores del país, anunció hoy la cancelación de la ruta que opera entre Busan y la isla nipona de Okinawa.

Los tres vuelos semanales que Asiana ofrece actualmente de esta ruta serán suspendidos a partir del 23 de agosto, según informó la agencia local de noticias Yonhap.

El anuncio de la cancelación de esta ruta llega después de que a finales de julio Asiana informara que iba a reducir el número de vuelos en sus rutas a destinos japoneses como Fukuoka, Osaka y Okinawa a partir de mediados de septiembre.

La caída de la demanda de viajes a Japón, producto de una campaña de boicot a productos nipones emprendida en respuesta a las restricciones exportadoras de Tokio, también ha llevado a las aerolíneas locales de bajo costo a reorganizar sus rutas.

Las relaciones entre Japón y Corea del Sur atraviesan uno de los peores momentos de las últimas décadas debido a un litigio relacionado con las compensaciones a trabajadores surcoreanos esclavizados durante la colonización nipona de la península.

En aparente respuesta a una decisión judicial surcoreana que ordenaba a compañías japonesas indemnizar a los trabajadores afectados y a sus familiares, Japón comenzó a aplicar el pasado 1 de julio restricciones sobre materiales químicos básicos que adquieren compañías surcoreanas para fabricar pantallas y chips de memoria.

La disputa se suma a la guerra comercial que desde hace un año libran Estados Unidos y China y multiplica los temores a un impacto sobre toda la economía mundial.