El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, inicia este lunes una gira por América Latina en la que espera estrechar lazos con aliados clave que desde hace poco son dirigidos por presidentes progresistas.

La gira arranca en Colombia, al día siguiente de la primera vuelta presidencial en Brasil, en la que el presidente liberal, Jair Bolsonaro enfrentó al ícono progresista y ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo aventajó por 5 puntos. Lula quedó a 1,57 % de alcanzar la mitad más uno de los sufragios y dirimirá la elección en un balotaje, el 30 de este mes.

Blinken saludó en la noche de este domingo a través de Twitter el buen desarrollo de los comicios en Brasil y dijo esperar que «la segunda vuelta se realice en el mismo ambiente de paz y deber cívico».

La gira se produce asimismo luego del anuncio realizado el sábado de un intercambio de prisioneros de Estados Unidos con Venezuela, en el contexto de un nuevo acercamiento entre ambos países, que se produce a pesar de que Washington aún no ha reconocido la reelección en 2018 de Nicolás Maduro.

«Jamás habíamos tenido relaciones tan fuertes con el hemisferio sur», aseguró el pasado viernes a la prensa el subsecretario de Estado, Brian Nichols, a cargo de la región América Latina, en un intento de refutar la idea de que Estados Unidos sea negligente con sus aliados del sur por enfocarse en asuntos en Asia o Ucrania.

«No juzgamos a los países según se sitúen en el espectro político, sino más bien según su respeto por la democracia, por el Estado de derecho y por los derechos humanos», agregó Nichols, citado por la agencia de noticias AFP.

Este lunes y este martes, durante su segunda visita a Colombia, el jefe de la diplomacia estadounidense se reunirá con el presidente Gustavo Petro, quien asumió el cargo en agosto y se constituyó así en ser el primer presidente de izquierda al frente de este país.

La agenda bilateral incluye la implementación del Acuerdo de Paz de 2016, la lucha contra el narcotráfico y sus consecuencias para la seguridad, la salud, el medioambiente y también la inmigración y protección de los migrantes venezolanos, que Washington juzga como «modelo para la región».

En la investidura del presidente colombiano, funcionarios estadounidenses dijeron estar dispuestos a un diálogo «abierto y honesto» respecto de la guerra antidrogas, sobre la que Petro es muy crítico y considera fracasada.

Colombia, que ha vivido varias décadas de conflicto interno, es el primer productor mundial de cocaína y Estados Unidos su principal mercado.

El miércoles Blinken viajará a Chile y se reunirá con el presidente Gabriel Boric, un ex líder estudiantil de izquierda de 36 años, que se posesionó en marzo pasado.

Finalmente, el secretario de Estado viajará a Lima el jueves y viernes para participar en la Asamblea General anual de la Organización de Estados Americanos (OEA), el principal foro político de la región que depende de Washington para su presupuesto anual en más de 50 %.

En la Asamblea, que reúne a todos los países del continente, se espera que se adopten varias resoluciones en contra de la invasión rusa a Ucrania -con reserva de algunos países-, sobre la crisis política y de derechos humanos en Nicaragua, y la crisis de seguridad en Haití.

Blinken tendrá además una reunión el jueves con el presidente peruano de izquierda, Pedro Castillo, que con poco más de un año en el cargo tiene varias investigaciones en su contra por corrupción y tráfico de influencias.

El departamento de Estado precisó en un comunicado el viernes que Blinken abordará los temas de democracia, inmigración, derechos humanos y lucha contra el cambio climático en su viaje, temas de importancia para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

En particular, Washington busca dar seguimiento a la «Cumbre de las Américas», realizada en Los Ángeles en junio y en la cual lanzó una iniciativa de alianza sobre la inmigración en América Latina.