El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, viaja este lunes a Israel para sostener difíciles conversaciones sobre la guerra en la Franja de Gaza tras el nuevo ataque israelí a el Líbano, donde mató a un miembro de la milicia chiita Hezbollah, y se agravan los temores de que el conflicto se extienda por Medio Oriente.

En su cuarta gira por la región desde el inicio de la guerra, el secretario de Estado, antes de ir a Israel, visitará Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.

Blinken llegará a Israel al final de la tarde y se reunirá con las autoridades israelíes el martes.

El domingo, cuando se cumplieron tres meses del inicio de la guerra, el funcionario de la administración del presidente Joe Biden declaró en Qatar que los palestinos desplazados deben poder «regresar a casa».

El estadounidense también anticipó que en su viaje a Israel mantendrá conversaciones que «no (serán) fáciles».

Pese a la presión internacional y los llamados de cese del fuego, Israel se mantiene inflexible y continúa centrando su ofensiva en el sur de la Franja de Gaza, luego de que en la primera parte de su incursión atacara el norte del enclave.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, afirmó que las fuerzas israelíes están pasando de lo que llamó «la intensa fase de maniobras de la guerra» hacia «diferentes tipos de operaciones especiales», en una entrevista con el diario Wall Street Journal publicada hoy.

Las declaraciones llegan días después de que el número dos de Hamas, Saleh al-Arouri, fuera asesinado en un ataque israelí al sur de Beirut, la capital del Líbano, y el mismo día en que Israel mató a un importante jefe militar del grupo proiraní Hezbollah en un ataque en el sur libanés, según una fuente de seguridad que dialogó con la agencia de noticias AFP.

Hezbollah también confirmó la muerte de su alto comandante en un ataque israelí, según recogió el lunes el diario israelí Haaretz.

De acuerdo con la cadena libanesa MVT, el comandante muerto es Wissam al-Tawil, conocido por el apodo de «Jawad».

Gallant advirtió que la fase 3 del conflicto «durará más» y subrayó que Israel no abandonará su objetivo de destruir a Hamas, poner fin a su control sobre Gaza y liberar a los rehenes que permanecen en manos de los milicianos islamistas .

En tanto, Washington adelantó que Blinken presionará a Israel a cumplir con el derecho humanitario internacional y pedirá «medidas inmediatas» para aumentar la ayuda a Gaza.

El secretario de Estado también advirtió que la violencia podrá «fácilmente hacer metástasis» en la región.

En el mismo sentido, el papa Francisco denunció este lunes los «crímenes de guerra» perpetrados contra civiles en la guerra en Gaza, así como en Rusia y Ucrania, y rechazó considerarlos como «daños colaterales».

«Puede que no caigamos en la cuenta de que las víctimas civiles no son ‘daños colaterales’; son hombres y mujeres con nombres y apellidos que pierden la vida», lamentó.

Existen temores de un contagio regional debido a disparos casi diarios entren Israel y el movimiento islamista libanés Hezbollah, aliado de Hamas y asentado en el sur del Líbano en el límite norte con el país hebreo.

También, en Siria y en Irak, los ataques a bases militares de Estados Unidos se dispararon en las últimas semanas y, en Yemen, los rebeldes hutíes apoyados por Irán multiplicaron sus ataques a buques en el mar Rojo en «apoyo» a los palestinos de Gaza.

La guerra en Gaza inició luego de que milicianos de Hamas y otros grupos armados palestinos atacaran territorio israelí el 7 de octubre, dejando cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, entre ellos una veintena de argentinos.

El 14 de enero se cumplen 100 días de esos secuestros y el sindicato israelí Histadrut anunció la convocatoria a una huelga general de 100 minutos a pedido de las familias de los más de 130 israelíes que aún están en cautiverio en la Franja de Gaza, informó el diario The Times of Israel.

Luego del ataque de Hamas, Israel declaró la guerra y desató una ofensiva contra la Franja de Gaza que dejó al menos 23.084 muertos, entre ellos mujeres y niños, de acuerdo con al balance del Ministerio de Salud del enclave gobernado por Hamas difundido hoy.

Este nuevo balance incluye a 249 personas muertas en las últimas 24 horas, indicó el Ministerio.

Al menos 85 % de los 2,4 millones de habitantes de Gaza han sido desplazados por los combates, según la ONU.

En tanto, grupos internacionales de ayuda dijeron que los ataques israelíes a uno de los últimos hospitales funcionales de Gaza los obligaron a evacuar.

La Organización Mundial de la Salud dijo el domingo que evacuó a más de 600 pacientes del hospital Al Aqsa en el centro de Gaza.

Médicos Sin Fronteras indicó el sábado que evacuó a su personal del mismo hospital luego de que una bala penetrara una unidad de cuidados intensivos.

El Ejército israelí, que asegura haber «desmantelado» el mando militar de Hamas en el norte de Gaza, reportó haber matado más «terroristas» en el centro del territorio.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió el domingo en una reunión de gabinete que «lo ocurrido el 7 de octubre no ocurrirá de nuevo».

Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas, la violencia ha escalado en el otro territorio palestino, Cisjordania, ocupada por Israel.

Un ataque israelí mató el domingo a siete palestinos en la ciudad norteña de Jenín, indicó el ministerio de Salud palestino de Cisjordania, que reportó un octavo muerto por fuego israelí en otro incidente.

Por otro lado, una mujer de la Policía de Frontera israelí murió cuando una bomba golpeó su vehículo durante un allanamiento en Jenín, y un civil israelí murió en un tiroteo cerca de la ciudad cisjordana de Ramallah, según autoridades israelíes.

Posteriormente, la policía israelí dijo que oficiales que respondían a un ataque con vehículo a un puesto de control dispararon a una niña palestina de tres años, quien murió.