El multimillonario Michael Bloomberg debutó anoche en el ciclo de debates de las primarias del Partido Demócrata estadounidense a la Casa Blanca y se convirtió rápidamente en el blanco fácil del resto de los aspirantes.

El debate, el noveno, tuvo lugar en Las Vegas, que el próximo sábado celebrará las primarias demócratas tras las realizadas en las últimas semanas en Iowa y Nuevo Hampshire, que dejaron como mejor posicionados al izquierdista Bernie Sanders y al moderado Pete Buttigieg.

Bloomberg, ex alcalde de Nueva York, se clasificó para este debate por primera vez gracias a sus proyecciones en las encuestas por encima del 10% tras invertir unos 370 millones de dólares en publicidad, aunque todavía no se ha medido al resto de precandidatos en las urnas ni lo hará hasta el «Súper Martes» del 3 de marzo.

«Los demócratas no vamos a ganar si tenemos un candidato con un historial de esconder sus declaraciones de impuestos, de acosar a mujeres y de apoyar políticas racistas», dijo la senadora Elizabeth Warren, abriendo la embestida contra el multimillonario.

Warren, de hecho, insistió en las acusaciones que existen contra Bloomberg por acoso y comentarios sexistas y lo instó a que «libere» a las mujeres con las que ha firmado pactos de confidencialidad para que puedan hablar libremente sobre sus experiencias, consignaron medios locales y portales de internet.

«No vamos a ganar a Trump con un hombre que tiene quién sabe cuántos acuerdos de confidencialidad con mujeres», advirtió la senadora.

Bloomberg, por su lado, no quiso revelar cuántos acuerdos de este tipo existen y dijo que los casos seguirán en secreto.

«Ellas decidieron cuando llegaron a un acuerdo que querían mantenerlo en silencio», apuntó.

Además, el ex alcalde neoyorquino restó importancia a los motivos que provocaron sus pactos.

«Quizás no les gustó alguna broma que hice», cerró.

Por su lado, Sanders le criticó su pasado reciente republicano, su apoyo al presidente George W. Bush (2001-2009) y estar ahora usando su fortuna para intentar «comprar» la candidatura demócrata.

El ex vicepresidente Joe Biden le reprochó sus políticas policiales racistas como alcalde de Nueva York y también haberse opuesto a Obamacare, la ley de salud de Barack Obama (2009-2017) que brindó cobertura a millones de estadounidenses.

Bloomberg, por lo general, ignoró estos ataques, y al final del debate fue el que menos tiempo habló de los seis participantes -13 minutos y 2 segundos-, pese a haber sido el más interpelado.

El hecho de que Sanders es ahora el hombre a batir se hizo evidente cuando ninguno de sus rivales se comprometió a respetar al precandidato más votado en las primarias en caso de que no llegue con la necesaria mayoría absoluta de delegados a la Convención Nacional Demócrata, donde se elegirá al rival de Trump.

Tanto Bloomberg como Buttigieg, Warren, Biden y Klobuchar se mostraron partidarios de alcanzar pactos en caso de que se llegue a ese disputado escenario.

«No deberíamos tener que elegir entre un candidato que pretende prenderle fuego a este partido y otro candidato que quiera comprar este partido», dijo Buttigieg en clara referencia a Sanders y Bloomberg.

Con los resultados de este fin de semana en Nevada, los precandidatos demócratas volverán a verse las caras en un debate el próximo martes en Carolina del Sur, cuarto estado en celebrar primarias programadas para el sábado 29 de febrero.

Los aspirantes a la candidatura presidencial del Partido Demócrata buscan con estas citas llegar de la mejor forma al «Súper Martes» del 3 de marzo, que puede sentenciar las primarias, con 14 estados votando a la vez, incluidos los dos más grandes: California y Texas.