La parálisis y los bloqueos en varias refinerías y depósitos de combustible en Francia continúan este viernes pese a un acuerdo entre TotalÉnergies y dos sindicatos (CFDT y CFE-CGC) que no tiene el visto bueno de la Confederación General del Trabajo (CGT) que llevó adelante una huelga que data de unas dos semanas.

En tal sentido, el secretario general de la CGT, Philippe Martínez, expuso este viernes, en una entrevista a la emisora France Info, su negativa al acuerdo parcial alcanzado de madrugada del 7 % de aumento porque el propuesto está lejos de sus exigencias de un aumento general del 10%.

De acuerdo con la interpretación del texto hecha por Martínez, la dirección accede a un incremento general de sueldos del 5 %, a lo que se añadirían aumentos individuales y de la prima de antigüedad, cuando lo que reclama su sindicato es un alza general de salarios del 10 % para compensar el ascenso de la inflación y que los trabajadores participen en «el reparto de riqueza» del beneficio del grupo.

«Por ahora, un 5 % está lejos del 10 %. Es la mitad», ha hecho notar el titular de la CGT, que ha añadido en que si la dirección ha aceptado sentarse a negociar, pese a su resistencia durante muchos días, es porque el paro está siendo «masivo».

Durante la mañana de este viernes, las asambleas generales de trabajadores han decidido continuar con las huelgas en las refinerías de TotalÉnergies, pero en las dos de ExxonMobil se ha decidido la vuelta al trabajo. La situación, no obstante, podría evolucionar en las próximas horas.

En tanto, la ministra de la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, en otra entrevista al canal LCI ha pedido a las organizaciones sindicales que continúen negociando con el argumento ya que «el diálogo social es la única puerta de salida».

La ministra ha insistido en que las movilizaciones forzadas de trabajadores decididas hasta ahora por el Gobierno han sido «selectivas», según informó El Día de Valladolid y con el objetivo de aprovisionar el máximo número de estaciones de servicio.

Este jueves por la tarde había un 29,1 % de todas las del país sin combustible, según su departamento. Y las colas en las gasolineras aprovisionadas en muchos casos requieren hacer colas durante más de una hora.

Pannier-Runacher ha repetido que «es importante encontrar un acuerdo mayoritario en las próximas horas» para poner fin a un conflicto que está causando un gran desgaste al Gobierno de Emmanuel Macron.

El conflicto puede escalar y agravarse con una convocatoria de huelgas para todos los sectores el próximo martes, incluidas las administraciones públicas, por un grupo de sindicatos liderados por la CGT para reclamar, sobre todo, subas salariales que compensen la inflación.

Martínez dejó entrever que podrían prolongarse en los días siguientes, en función de lo que decidan los participantes.

Antes de eso, el gran partido de la izquierda, La Francia Insumisa, ha organizado una manifestación nacional el domingo en París por el poder adquisitivo a la que no se han sumado los sindicatos.

Los convocantes han evitado pronunciar el término «huelga general», aunque han asegurado que será una jornada que «marcará un antes y un después».

Han subido el tono y han anunciado el próximo martes 18 una «gran movilización interprofesional» en defensa del derecho a la huelga. Entre los sindicatos promotores de esta movilización, en la que convocan a los asalariados de todos los sectores, figuran la CGT, Force Ouvrière, Solidaires y FSU.