Ucrania demandó hoy a Rusia ante el Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la anexión de Crimea y por apoyar la insurrección armada de los prorrusos del este ucraniano, en Donetsk, informó hoy la Cancillería ucraniana.

«Como parte de la agresión ilegal en Ucrania, la Federación Rusa ha despreciado los derechos humanos básicos del pueblo ucraniano», aseguró el ministro ucraniano de Exteriores, Pavlo Klimkin.

Ucrania considera que Rusia violó «la convención que combate la financiación del terrorismo (1999) al intervenir militarmente, instigar una insurrección armada, financiar actos terroristas y suministrar armamento a las milicias prorrusas» de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk.

El caso ante la CIJ asegura que esas milicias insurgentes han cometido «actos terroristas como el derribo en julio de 2014 del avión de Malaysian Airlines MH17 con 292 personas a bordo, en su mayoría holandeses».

También acusa a los separatistas de bombardear las zonas residenciales en las localidades de Mariupol y Kramatorsk en la región de Donetsk o del ataque con explosivos contra una manifestación pacífica en Jarkov, durante la contienda en el este ucraniano.

De esta forma, el conflicto pasó a la justicia internacional y Ucrania solicita que declare que Rusia tiene «responsabilidad internacional» por apoyar «el terrorismo en el este de Ucrania».

Más de 9.700 personas, entre ellas más de 2.000 civiles, murieron y casi 23.000 resultaron heridas en el conflicto armado en el este de Ucrania desde mediados de abril de 2014 hasta el mes pasado, según cifras de la ONU.

Ucrania acusa a Rusia de apoyar a los rebeldes con armas y soldados, pero Moscú lo niega y dice que los habitantes de esas regiones son discriminados por el gobierno nacionalista y pro occidental que tomó el poder en Ucrania tras la destitución del anterior gobierno pro ruso, en febrero de 2014.

En rechazo a ese gobierno, que luego encabezaría el empresario y actual presidente Petro Poroshenko, los separatistas tomaron el control de Donetsk y Lugansk, fronterizas con Rusia, donde han proclamado «repúblicas populares».

Los combates subsecuentes entre el Ejército y los rebeldes han continuado pese a que los gobernantes de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia llegaron a un acuerdo de alto el fuego en Minsk, Bielorrusia, en febrero de 2015, destinado a iniciar un proceso político que ponga fin a la guerra.