Luego de varios meses de estar bloqueado en la comisión de Ecología, todo indica que este martes tendrá despacho favorable el (mega) proyecto inmobiliario para construir tres torres en pleno microcentro de Rosario, en lo que se ha denominado “manzana 125” (Corrientes, Rioja, Paraguay y Córdoba).
El futuro de la iniciativa, del desarrollador inmobiliario Aldo Lattuca, se definirá en la reunión plenaria de tres comisiones (Planeamiento, Gobierno y Ecología) en el Concejo Municipal, que tendrá lugar desde las 12 en la Sala de los Acuerdos del Palacio Vasallo.
El voto clave que destrabaría el proyecto es el del edil Osvaldo Miatello, quien preside la comisión de Ecología y, tras algunas modificaciones, cambió su postura hacia positivo.
“El proyecto tenía el visto bueno de las comisiones de Planeamiento y de Gobierno, en Ecología le introdujimos modificaciones que creíamos necesarias, estimamos que va a tener salida, pero obviamente hay que esperar a la reunión de las comisiones”, dijo Miatello a Conclusión.
La superficie “construible” abarca unos 40 mil metros cuadrados en total, que se desplegarán en tres edificios.
Respecto a los cambios que destrabaron el voto de Miatello, vital para que el proyecto pueda avanzar luego de alrededor de un año “cajoneado” y con objeciones ambientales y urbanas contrarias desde ONG’s y otras bancadas en el Concejo, el concejal justicialista detalló que “se logró bajar una de las torres, que es la de calle Corrientes, estaba planteada en 88 metros y va a estar en 70”.
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“Hemos modificado el destino de la compensación que tiene que hacer el empresario (alrededor de 60 millones), que va a ir destinado a vivienda social. Se ha eliminado un artículo que causaba preocupación, había un 5% de tolerancia respecto a la superficie y quedó eliminado. Se asignó tanto para la torre de Rioja como la de Paraguay un uso exclusivo para vivienda, no estaba en el proyecto original. No es lo óptimo, que es muy difícil, pero creemos que hemos mejorado el proyecto”, agregó Miatello.
El “megaemprendimiento” también contempla cuatro niveles para estacionamiento privado y público, un paseo comercial y una plaza pública con «jardines verticales y terrazas verdes», a lo que se aditaría un pasaje peatonal que atravesaría toda la manzana, con acceso público. Todas esas minucias se definirán mañana, o incluso más adelante.
Es que esta semana es la última chance para despachar favorablemente la iniciativa antes del receso invernal y, quienes la auspician quieren que salga cuanto antes, aunque resten detalles para coordinar a posteriori.
Los cálculos provistos por la firma, hechos en el momento de la presentación del proyecto (avalado por el Ejecutivo municipal), indican que la construcción del complejo demandaría alrededor de 500 puestos de trabajo directos, así como una inversión superior a los 80 millones de dólares.
Voces contrarias
El proyecto, desde su ingreso al Palacio Vasallo, estuvo cuestionado por distintas organizaciones como Attac Argentina, Equística, Grupo Ecologista Génesis, Taller de Comunicación Ambiental, Taller Ecologista y Vecinos Afectados por Obras.
Sin ir más lejos, algunas semanas atrás, en mayo, el ingeniero ambiental Ignacio Miyara asistió a la comisión de Ecología, convocado por la edila Celeste Lepratti, y cuestionó el estudio de prefactibilidad ambiental realizado anteriormente, que había avalado la realización de la megaconstrucción, así como varios términos de la misma.
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En vistas de la reunión conjunta que tendrá lugar este martes, Lepratti publicó un texto en el que además de recordar que «existe una contrapropuesta ingresada al Concejo por vecinos que hasta el momento no fue considerada», mostró «preocupación» ya que «los únicos criterios tenidos en cuenta parecieran ser los intereses de los desarrolladores inmobiliarios, que están siempre por delante de la calidad de vida de la ciudadanía».
Desde el bloque de Ciudad Futura, asimismo, siempre manifestaron su oposición a la obra de Lattuca. Días atrás, cuando se conocieron las modificaciones que permitieron el avance de la iniciativa, desde ese espacio dijeron a Conclusión que el desenlace era «una verguenza».
También difundieron un documento en la previa del plenario de comisiones que dará tratamiento al proyecto. Allí se lamentaron de que «después de un año de no debate y de perder oportunidades, lo que se hizo fue bajar unos metros la altura y sumarle esos mismos metros en mayor edificabilidad hacia los laterales. Es decir, el proyecto sigue siendo el mismo: un negocio que solo sirve para maximizar la ganancia de un empresario por sobre el resto de los constructores de la ciudad y sin tener ningún beneficio serio para Rosario.»
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Además, aseguraron que en la reunión pedirán que «junto con la aprobación de la torres se apruebe un proyecto Anti Corrupción para que durante el plazo de 10 años de construído se envíen al Concejo quiénes son los titulares de los inmuebles de las mega torres.»
La intención, según el texto difundido por Juan Monteverde y Caren Tepp, es «evitar que algún funcionario público que haya tenido que ver con la decisión de aprobar esas torres termine mágicamente con un departamento en las mismas». Además, consideraron que ese mecanismo «se tiene que repetir en todo gran emprendimiento que dependa de una decisión política de cambio de normativa».
