No es fin de semana, no es al mediodía, mucho menos un feriado. Es viernes por la tarde y cuatro locales comerciales, uno al lado de otro, permanecen cerrados desde la esquina de Laprida y 9 de Julio en dirección a Montevideo. Hace unos meses todos estaban ocupados: una panadería, un quiosko, una peluquería y un taller de bicicletas.

La imagen es una postal desoladora perfecta de lo que ocurre con cientos de comercios en la ciudad (y el país), que deben cerrar sus puertas por la apremiante situación económica por la que atraviesa el país, al no poder afrontar los altos costos de alquileres y tarifas, sumado a la caída de consumo. Según cuentan los vecinos de la zona, los negocios de Laprida debieron cerrar sus puertas ante los aumentos de sus alquileres. Algo similar ocurrió con un local de sellos que llevaba décadas abierto en la misma calle a la altura de Rioja.

Además, en los últimos años se dio una nueva problemática, trabajadores despedidos que utilizan sus indemnizaciones para abrir locales, pero que no pueden afrontar los altos costos y deben cerrar sus puertas.

La situación mantiene en vilo a los comerciantes y al sector inmobiliario, ya que según un relevamiento realizado por la Asociación Casco Histórico durante el mes de septiembre, hay 400 locales vacíos en la zona comprendida entre Oroño, Pellegrini y el Río.

En el centro rosarino funcionan cerca de 4 mil locales comerciales distribuidos en peatonales, negocios individuales y galerías. De esta forma, la cantidad de locales desocupados equivale a un 10 por ciento de todos los que se encuentran en actividad.

Conclusión dialogó con el presidente de la Asociación Casco Histórico, Fabio Acosta, quien indicó que «se sostiene ese número porque hay mucha rotación de locales. Vienen, alquilan y a los tres o cuatro meses se van».

Al respecto, señaló que esta rotación se da sólo en las zonas más requeridas por los comerciantes, como las que están sobre las peatonales y el Paseo del Siglo. Sin embargo, en los lugares más alejados de estos centros «los locales que están desocupados siguen desocupados».

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«Los mayores cierres se dan en los lugares por fuera de las peatonales, donde perduran mayores cantidades de locales vacíos. También hay galerías que tienen muchísimos lugares vacíos y les cuesta alquilarlos, porque se buscan los espacios donde camina la gente, donde hay mucha circulación», explicó el titular de la Asociación.

Quedarse sin trabajo dos veces

La crisis genera un nuevo fenómeno, trabajadores despedidos que utilizan sus indemnizaciones en la instalación de locales comerciales, pero que no pueden afrontar los altos costos y terminan cerrando sus puertas. O sea, terminan perdiendo lo poco que tenían tras quedarse sin trabajo.

Y apuntó: «Hay zonas que son más requeridas, donde hay rotación. Los comerciantes prueban estar lo máximo posible pero los altos costos hacen que no se puedan sostener. Son gente que está tomando retiros voluntarios o cobran indemnizaciones y que no tienen experiencia en comercios».

Esta no es la primera vez que un referente de la actividad comercial se refiere a la salida laboral que personas que perdieron sus empleos encuentran en el movimiento mercantil, lo que parece ser una característica de esta época.

El asesor letrado de la Cámara de Kiosqueros de Rosario, Gabriel Messina, indicó hace unos meses a Conclusión que la situación de los kioscos se ve agravada porque personas que se quedaron sin trabajo encuentran una salida laboral instalando nuevos kioscos y actualmente no existe un consumo para tantos comercios.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Industriales, Panaderías y Afines de Rosario, Gerardo Di Cosco, advirtió a este medio que “casi el 40% de panaderías del 2015 a esta parte han cerrado sus puertas”.

De esta forma, locales comerciales, kioscos y panaderías son algunos de los rubros golpeados por la crisis, el aumento en los servicios y la caída del consumo.

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Al respecto, Acosta indicó que «los alquileres más caros del centro están en peatonal Córdoba entre Praguay y Sarmiento», donde los costos oscilan entre los 100 mil y los 750 mil pesos. De lo contrario, las galerías ofrecen los precios de alquileres más bajos en el rubro, con costos que varían entre 10 mil y 25 mil pesos.

 

Consultado sobre las ramas que toman los locales que abren en la ciudad, el titular del Casco Histórico señaló que la mayoría se centra en «productos que tienen que ver con la importación vinculados al bazar y regalería. Otro rubro solicitado es el de indumentaria femenina».

«Desde el 2001 a esta parte nunca vimos una situación así, y no vemos un horizonte de resolución rápido para este problema. Hasta que no se acomode la economía y se incentive al consumo, van a seguir los cierres de los comercios de aquellas personas que no tienen la capacidad para soportar una crisis tan larga», concluyó Acosta.